Reforma de la Seguridad Social

Reforma de la Seguridad Social

La modificación de la Ley 87-01, de Seguridad Social, es un paso obligado para tratar de corregir las debilidades, fisuras y conflictos de intereses que se han puesto de manifiesto en la aplicación de este régimen de asistencia tan importante para la población. De principio, el hecho de que el Gobierno esté reuniendo a todos los sectores envueltos en esta política social, hace suponer que se persigue un amplio consenso para que las reformas resulten beneficiosas y constructivas para todos.
Al Gobierno, como representante por excelencia de los intereses de la sociedad, le corresponde liderar el proyecto de modificación y velar porque sus resultados alcancen los objetivos perseguidos. Es necesario mejorar y humanizar más el esquema de asistencia en salud, la cobertura de procedimientos y medicamentos, con énfasis en enfermedades catastróficas, reducir los costos directos que paga el asegurado y lograr un esquema de pensiones más justo y razonable.
Bajo estas premisas y en medio de tantos intereses a veces conflictivos entre sí, el Estado debe preservar siempre su papel de líder y moderador, hasta lograr las modificaciones que más beneficien al principal actor de la seguridad social, que es el pueblo dominicano. La experiencia acumulada en 16 años debe servir para identificar de manera certera los cambios pertinentes.

La basura nos tuerce el brazo

El talón de Aquiles de los municipios del Gran Santo Domingo es su incapacidad para resolver el problema de la disposición final de la basura y tener que alimentar a Duquesa, un vertedero a cielo abierto que inocula cantidades exorbitantes de contaminantes a las aguas del subsuelo. El gran fracaso de estas demarcaciones es ser fuente de riqueza de un monopolio que jamás ha acariciado la posibilidad de ser el auténtico y necesario relleno sanitario que no ha pasado de ilusión.
Para colmo, ese enclave que mantiene narigoneados a los gobiernos municipales que vierten allí, ha tenido la osadía de pretender alzas exorbitantes en el costo de la manipulación primitiva de una basura que se va al subsuelo sin tratamiento adecuado ni clasificación. ¿Alguien había concebido tanta impotencia?

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