Reforma de salud parece ahora atentar contra   Barack Obama

Reforma de salud parece ahora atentar contra   Barack Obama

Clive Crook
Casi todos los demócratas y aún algunos republicanos estaban seguros de que la Ley de Protección y Atención Asequible al Paciente, sería popular de golpe, a pesar de ser una medida opuesta por la mayoría de americanos cuando Barack Obama la firmó en marzo.

El electorado está tímido respecto el cambio a largo plazo, según ellos razonaron, pero que una vez que la ley pasara, la gente cambiaría su punto de vista. El acta fue diseñada, primero para dar buenas noticias y luego malas noticias, lo que supuestamente ayudaría a cambiar la mentalidad. Presionar al respecto no era tan arriesgado como parecía.

Esa era la teoría. Las campañas de las próximas elecciones indican una historia diferente. Los republicanos están haciendo campaña contra la reforma y contra los demócratas ubicados en asientos competitivos, y cuando no le están diciendo a los votantes que la medida necesita una reparación, permanecen en silencio sobre el asunto. La reforma de salud se ha vuelto una seria responsabilidad para el presidente Obama y su partido.

Las implicaciones se extienden más allá de las elecciones. Puede que la mayoría de republicanos en una o ambas cámaras del Congreso desmantelen la iniciativa de firma de Obama antes de que ésta sea aún implementada en su cuarta parte.

La revocación es difícil de imaginar. Sin importar lo brutal que se pongan los demócratas la semana próxima, Obama aún seguirá en el puesto, con el veto siempre listo, así que un proyecto para revocar la reforma no puede tener éxito antes del 2012. Las variaciones son un asunto diferente. Sin embargo, algunas no son posibles, son sólo probables.

Por instancia, aunque muchos demócratas reconocen los errores que fueron cometidos. El agravio de la reforma médica, una obsesión republicana, puede ser reconsiderado, lo cual sería bueno. Los republicanos pueden ayudar, como también pueden privar la reforma de las apropiaciones a medida que ésta es gradualmente introducida. Esto puede demorar adicionalmente la medida.

Ya se están explorando otras líneas de ataque. Muchos estados están desafiando la constitucionalidad de la reforma. Un juez federal en el estado de Florida recientemente ha establecido que 20 estados desafíen el “mandato individual” de la ley (el requerimiento de que todo el mundo tenga seguro de salud) y que otras provisiones asuman una reclamación plausible, y dejen que el caso proceda. Posiblemente esto termine en la Suprema Corte.

El mandato individual es constitucionalmente problemático debido a que este va más allá de la regularización de los servicios que la gente compra, cuya flexible cláusula de comercio de la constitución ha sido repetidamente extendida para que abarque la  penalización de la gente por elegir no comprar algo. (Los estados pueden obligar a los conductores a comprar seguros de autos, pero no pueden forzar a los ciudadanos a poseer un auto; el mandato individual obliga a comprar un seguro de salud que provee sólo que usted esté vivo). El juez de Florida dijo, que el poder reclamado por parte de la administración en imponer el mandato fue sin precedentes.

Si el mandato fuera dictaminado inconstitucional, sería más que un retraso menor. Sin este, la aritmética fiscal de la reforma, débil para comenzar, se caería enteramente.

La mayoría de los eruditos constitucionales piensan que es poco probable que, entendiendo esto, la Suprema Corte descarte el mandato. Pero, a menudo su razonamiento es político antes que legal. El mandato impone el estándar constitucional, y muchos reconocen que si el gobierno puede forzar a comprar el seguro de salud, qué no puede forzar a comprar. Por otro lado, la corte generalmente ha diferido con el Congreso en la confirmación de la legislación a largo plazo. En un asunto tan grande como este, éste estaría renuente de provocar una discusión.

No obstante, ésta asume que la ley tiene amplio apoyo. La constitucionalidad de una ley no debería ser un concurso de popularidad, pero si se llega a eso, no sería la primera vez. Si el Presidente es poco popular la ley también lo es, y si una o ambas cámaras del Congreso están solicitando que la reforma sea descartada, eso puede ser suficiente para balancear la corte, no obstante los reducidos cálculos legales. Es muy pronto para decir que la reforma de salud es un trato hecho.

Es comprensible la frustración de los demócratas mientras ellos consideren estas posibilidades. La exhaustiva reforma de salud fue popular con el electorado antes de las elecciones del 2008. Obama ganó la presidencia con la promesa de introducirla. Los elementos de la reforma evaluados uno a uno, todavía están bien. Los republicanos no ofrecen ninguna alternativa plausible. En muchos aspectos hacía mucho tiempo atrás que la reforma demócrata era un avance, que terminaba con el escándalo de que E.U., sólo entre las naciones avanzadas, fallaba en proveer un seguro de salud para todos sus ciudadanos. 

Todavía el incierto destino de esta virtuosa negociación es en gran parte culpa de los demócratas. Antes de pasar la reforma, ellos fracasaron en explicarla o defenderla para el público, pensando que se cuidaría a sí misma. Ese fue un juego que ellos perdieron. Entonces, mejor tarde que nunca, ya que la reforma estaba fallando en ganar la confianza del público, ellos podrían haber hecho una campaña para ésta, ya que el presidente repetidamente prometió que lo haría. En cambio, ellos lo evadieron.

Algunas de sus pérdidas de la semana próxima serán debido a estas opciones. Pero, la histórica reforma de Obama todavía puede estar en peligro.

Las claves

1.  Reforma

Aunque muchos demócratas reconocen los errores que fueron cometidos. El agravio de la reforma médica, una obsesión republicana, puede ser reconsiderado, lo cual sería bueno.

2. Popularidad

La constitucionalidad de una ley no debería ser un concurso de popularidad, pero si se llega a eso, no sería la primera vez. Si Obama es poco popular la ley también lo es.

Asegurarse contra la pérdida de valores es muy deseable

James Mackintosh

Espere lo mejor y prepárese para lo peor. Este sencillo consejo conduce principalmente a comprar seguros inmobiliarios y a que muchos opten por el mejor seguro para autos. Pero qué sobre la protección contra el secuestro de extranjeros.

De vuelta al 2007, la protección contra una caída extrema en el mercado de acciones fue vista levemente como menos útil que un seguro contra secuestro. Lo que los psicólogos conductuales llaman “tendencia a la normalidad” ha contribuido, ya que después de 30 años de retornos más o menos decentes, muchos encuentran difícil imaginar una crisis al estilo de 1929 que haga tambalear su cartera.

Como resultado, los derivados que se usan para asegurarse contra fuertes pérdidas de valores y los cuales se multiplican en valor después de una gran caída en las acciones, estuvieron baratos. Aún después que afectó la crisis crediticia, muchos quedaron felizmente ignorantes de la necesidad de protegerse a sí mismos, y fue sólo luego de que Lehman Brothers colapsó que se incrementó el costo de protección.

Esto es justamente lo que debemos esperar. El vendedor de seguros sabe que el mejor momento para convencer a alguien de comprar protección es justo después de que haya sufrido una pérdida no asegurada. No es una sorpresa que después de que las carteras fueron afectadas, la aversión de pérdida contribuyó.

Pero es ahora, dos años después, que Lehman Brothers y los inversionistas están todavía deseando la protección. Los que son a largo plazo, una medida del costo relativo de comprar opciones durante las depresiones del mercado antes que cuando ocurren incrementos, llegan a nuevas alzas este otoño y quedan muy por encima de los niveles inmediatos post Lehman. El costo de exposiciones sin dinero, medido por su implícita volatilidad, está todavía a más del doble que sus niveles de finales del 2007 tanto en E.U. como en Europa.

Las formas más accesibles de asegurar los valores están vinculadas al Vix, una medición del S&P 500 conocida como un indicador del temor del mercado. Pero, hay seguros tan caros que se vuelven casi imposibles de usar para cualquier otra cosa que no sea para una cobertura a muy corto plazo. Por ejemplo, la versión a corto plazo de los productos populares cotizados en la bolsa que son vinculados al Vix iPath de Barclays Capital, y sus equivalentes europeos, actualmente absorben alrededor de un 14% al mes en costos de movimiento, mientras que el contrato de futuros a corto plazo es mucho más barato que los contratos adicionales. Otros derivados usados para protección son aún más caros. Talib Sheik en JPMorgan Asset Management señala que la variedad de intercambios a largo plazo, por ejemplo, necesita que la volatilidad del mercado promedie un 31% en cinco años en orden para pagar un nivel extraordinariamente alto.

El costo de esta protección contra el  riesgo de rentabilidad negativa ha provocado una búsqueda de alternativas más baratas. La escala de esta búsqueda es mostrada por los $15 millardos que Pimco, el gestor de fondos de bonos, maneja actualmente en un fondo y maneja cuentas diseñadas para proveer seguros del mercado por otras vías, tales como los mercados de bonos o cambio extranjero, eso típicamente se vuelve altamente correlacionado en momentos de estrés.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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