Hoy 
UBI RIVAS
Conforme anuncié en mi entrega a HOY del 26-11-07 de proseguir abordando la imperiosa necesidad de reformar profundo el armazón del Estado dominicano, cumplo exponiendo, para iniciar, la eliminación gradual de 16,300 carros de concho en la capital, 4,300 en Santiago y 3,600 el resto del país.
Es decir, un total de 24,200 estorbos del tránsito, por choferes que carecen del menor atisbo de civismo, desaseados la inmensa mayoría, que detienen abruptamente la marcha para montar y desmontar pasajeros y que les importa un comino los accidentes que provocan, porque siempre ganan.
Esa cantidad abrumadora de carros de concho, destartalados en un 90%, es la que señaló el titular de la SEIC, Melanio Paredes, al comparecer al almuerzo del Grupo Corripio el 21 de noviembre último.
Abordó la focalización del golpe solo para cocina, economizando el país en un año la bicoca de RD$3 mil mm.
Está en estudio, añadió el licenciado Paredes, instalar un chip a los vehículos de carga diesel ligado con GLP, y así abaratar el transporte y con ello, los bienes de consumo, especialmente los alimentos provenientes del campo.
Con un autobús, categorizó, se eliminan 15 conchos, que consumen entre 8-10 galones diarios, estamos hablando de 193,600 galones diarios a RD$157.60 galón regular (24-11-07) representa más de RD$32 mm diarios, RD$960 mm al mes y al año más de RD$12 mil mm, una barbaridad administrativa. Solo los conchos.
Concebir el proyecto ambicioso de una red ferroviaria que conecte la capital con el Cibao hasta Montecristi, el Este hasta Higüey y el sur Barahona-SJM, y conceder la explotación por concurso a un consorcio privado sin participación ni ningún aval del Estado. Las ofertas lloverían.
Lo propio con una refinería de verdad, no el trapiche que el presidente Leonel Fernández pretende adquirir de Shell por US$184 mm cuando su valor real interpretan expertos no rebasa los US$110 mm.
El trapiche de REFIDONSA en Haina solo «muele» 32 mil b/d de 140 mil que consume cada 24 horas el país.
El titular de la SEIC estima que de adquirir las acciones de Shell el gobierno, es decir, el país, se beneficiaría con una reducción del costo de combustibles de un 20-25% y añadir una industria petroquímica que no hay.
Debe el presidente, insisto, otorgar una concesión a un consorcio árabe, ruso, norteamericano, francés, italiano, español, para instalar la refinería con la capacidad de procesamiento que requiere el país, en Manzanillo, el puerto de mayor calado y de cero sedimentación, en función de al mejor postor, el que mayores beneficios confiera.
Absorber los choferes del concho en proyectos del IAD, préstamos del Bagrícola y PROMYPIME, respaldo del sector privado, zonas francas industriales, CONEP, Asociación de Industrias RD y Norte y no solamente, como hasta ahora, cargarle al Estado el fardo de la pobreza y el desempleo.
¿Y así puede seguir valiéndose y concebir una sociedad más justa solamente para los opulentos?. ¿Fue ese el predicamento del presidente Juan Bosch en su repercutidora Constitución de 1963?
Traspasar al sector privado el transporte público y abocarse a un arqueo profundo y serio de los resultados de Terra Bus, Caribe Tours, Metro Tours y Transporte Espinal para pasar balance de los resultados en uno y otro.
Desarrabalizar las márgenes de los afluentes, ríos, arroyos, cañadas de aguas negras, como hizo el presidente Leonel con Guajimía, realizando un estudio bis a bis de los marginados que insisten en residir en esas zonas peligrosas que los afluentes a ratos reclaman y determinar cuantas veces cuantos han recibido más de un apartamento del Estado de gratis, algo que debe descontinuarse, y designar a Joaquín Gerónimo, un profesional a carta cabal al frente del INVI. Seguiré con el tema.
