Reforma fiscal aumentaría   tensión y  violencia; las protestas se agudizarán

Reforma fiscal aumentaría   tensión y  violencia; las protestas se agudizarán

Los siquiatras José Miguel Gómez  Montero y Secundino Palacios advirtieron sobre el impacto negativo que tendría la reforma fiscal en la salud mental. En tanto, la socióloga Isabel Cepeda Abreu  rechazó que el Gobierno llame a la población a “apretarse el cinturón” sin hablar antes  de reducir  el gasto público.

“Una reforma fiscal que implique desempleo, más impuestos, cambios en la calidad de vida y  menos  garantía de las condiciones materiales de existencia  generará  un aumento del estrés, más tensión, mayores angustias y un deterioro considerable de la salud mental de la población”, expresó Gómez, presidente de la Sociedad Dominicana de Siquiatría.

Aseguró que todo cambio económico y social incide en el bienestar emocional y que el aumento de los impuestos provocará que muchos vean  cambios en su estilo de vida, afectando duramente a los sectores más vulnerables,  la clase media y  baja, sobre todo, a  los más pobres “que pagarán este alto precio con el deterioro de su salud”.

Explicó que hay gente con más fortaleza y facilidades para manejar el estrés, pero que otros son más vulnerables por su condición biológica, o porque tienen factores de riesgos,  como  depresión,  insomnio o  cambio de humor.

Gómez atribuyó a la falta de voluntad política la brecha de desigualdad que aumenta  la desesperanza,  la impotencia y el desinterés por el bien común.

Del mismo modo se expresó su colega Secundino Palacios, quien planteó que la ausencia de servicios básicos y, por ende, la mala calidad de vida y la exclusión social contribuyen al deterioro  mental.

Enfatizó que la reforma  generará incertidumbre, mayores  limitaciones  económicas y más desamparo,  lo que provocará un aumento de los desequilibrios emocionales. “Habrá más  irritabilidad, depresión, alcoholismo, drogadicción, sudoraciones, problemas digestivos, migrañas, ansiedad, taquicardia, entre otras dolencias que afectan el sistema nervioso y la  siquis”.

Dijo que  esas presiones socio-económicas  incidirán en el incremento de la violencia en sentido general, los feminicidios, la delincuencia juvenil,  la prostitución y el  maltrato infantil, que  crece y que pocas veces se toma en cuenta y que es la consecuencia más traumática de la violencia que generan los problemas económicos.

Palacios lamentó que el Gobierno le pida al pueblo “que se apriete los cinturones, cuando ya ni cintura tiene”, mientras los altos funcionario, como una burla, dispendian el erario.

Para la socióloga Isabel Cepeda Abreu, especialista en políticas públicas y desarrollo humano, la reforma fiscal tendrá un impacto altamente negativo, sobre todo, en una población que vive con la desesperanza a cuestas.

Desesperanza incrementará males.

La socióloga   Isabel Cepeda advirtió que los sectores de menos ingresos no van a resistir la disminución de su presupuesto familiar, lo que se expresa en un aumento de la delincuencia y de la violencia social.  Enfatizó que “La gente no aguanta más vivir con tan poco”, por lo que habrá  un aumento de los juegos de azar   y de otras formas   lícitas e ilícitas de compensar  los recursos que  necesitan para sobrevivir.

Criticó que el Gobierno quiera cargar el déficit fiscal  a los pobres, significando que es fruto del robo al que las diversas gestiones han sometido las arcas públicas, siendo la  clase media y la baja la que paga por unos y otros.  “Para  aumentar los sueldos de los trabajadores públicos y garantizarle una vida digna, no hay, pero para derrochar en campañas electorales y hacer millonarios a los funcionarios sí hay, por qué no empiezan por eliminar estas injusticias” sostuvo.

Propuestas

 Invertir más en el bienestar de la familia, implementando  políticas públicas que mejoren su calidad de vida es una de las medidas de protección que  proponen los consultados  para reducir el impacto negativo que tendrá la reforma fiscal. 

De igual forma,  proponen que el Gobierno muestre voluntad política, que   destituya y someta a la justicia a los funcionarios corruptos y confisque  lo robado. Además, que se implemente un programa de producción masiva de alimentos, que garantice el acceso de la gente a una canasta familiar equilibrada y  seguridad alimenticia.  Los especialsitas consideran  que no es posible aumentar la presión fiscal sin que esto genere mayores desequilibrios emocionales en la población.

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