La Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES) declaró que la  última reforma fiscal aumentó el costo de impuestos al sector turismo en más de un 30 por ciento durante el primer semestre de este año, en comparación con el mismo período del 2004, afectado seriamente la competitividad y rentabilidad del sector y amenazando el dinamismo que ha significado para la generación de empleos, la inversión y otros sectores de la economía.

También señaló que en la última reforma fiscal, el Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados, ITBIS, fue aumentado de 12 a 16 por ciento (un incremento de 33%), además de que los hoteles fueron gravados con Impuesto a la Vivienda Suntuaria (IVSS) y las empresas turísticas han tenido que pagar el 1.5% de impuesto mínimo.

Conforme a ASONAHORES,  el aumento de los costos impositivos, junto con alzas importantes en alimentos y bebidas, nóminas, combustibles y energía eléctrica, han puesto al sector en una situación muy difícil, que podría revertirse si se aplica una reforma fiscal orientada a apuntalar la rentabilidad de los sectores productivos, principalmente los exportadores, como parte de una visión más abarcadora y comprometida con el futuro.

En una declaración de prensa, ASONAHORES recuerda que le propuso al Poder Ejecutivo que el proyecto de reforma fiscal que será presentado al Congreso en los próximos días, tenga un enfoque desarrollista y  se oriente a estimular los sectores productivos, principalmente a los exportadores y particularmente a la industria turística, que es el sector más dinámico de la economía y el que podría producir el incremento del ingreso de divisas que necesita el país en la actual encrucijada de la economía mundial.

También advierte, por ejemplo, que la propuesta para una nueva reforma fiscal plantea gravar con el 1% los valores de los inmuebles de las empresas, en este caso las residencias turísticas, considerando esos pagos como un adelanto o un pago mínimo del Impuesto Sobre la Renta.

También reitera su reclamo de que el sector turístico reciba el tratamiento del sector exportador, por entender que es la única forma de recuperar la competitividad y poder presentarse al mercado en condiciones similares frente a sus principales competidores.

Esto significa, añade ASONAHORES, que debe aplicarse el axioma económico que establece que si se quiere ser competitivo no se debe exportar impuestos.

Sostiene que en el caso del turismo, la exportación se hace a través del servicio a personas (los turistas) que residen en el exterior, pero que hasta ahora tienen que pagar un 16% de ITBIS, entre otros gravámenes.