A partir del próximo diciembre, el país emprenderá una apretada discusión para tratar de poner en sus marcas de manera definitiva un nuevo sistema impositivo a nivel nacional.

En estos momentos, y por la urgencia que tiene el gobierno de presentar, en breve, el Presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos Públicos correspondiente al próximo año 2004, las autoridades ponderan sobre la necesidad de si efectuar una reforma fiscal definitiva o efectuar cambios en algunos aspectos de los principales instrumentos fiscales.

El propio secretario Técnico de la Presidencia, licenciado Carlos Despradel, ha adelantado que de hecho una cosa es condición para la otra. Es decir, deben hacerse los nuevos ajustes fiscales, previo a proceder a la confección del nuevo Presupuesto y Ley de Gastos Públicos para tener una certeza de cuál podría ser la programación en los ingresos y gastos de toda índole en que incurrirán las autoridades.

En definitiva, es preciso saber con qué contar. El sector privado considera ineludible desde ya que el gobierno acometa una reforma fiscal completa y sin redondeos, para lo cual incluso, elgunas firmas privadas han sido contactadas para confeccionar un proyecto de este tipo, como es el caso del que ya anunció la firma E. León Jimenes.

Pero en lo que concierne al gobierno, el secretario de Finanzas ha indicado que se han dando pasos para disponer de un nuevo instrumento general de recaudación que permita reprogramar los ingresos y gastos para adaptarlos a las conveniencias y posibilidades del gobierno con miras al próximo año poder cumplir los objetivos propuestos.

Si ben en entorno económico se ha tornado bastante difícil para las autoridades debido a la crisis que inició con ribetes de origen externos y que se ha volcado en una gran crisis que efecta al sistema financiero del país, aún las el gobierno no pierde las esperanzas de recuperar terreno perdido.

[b]LOS PILARES DE JENSKING[/b]

A principios de noviembre último, el economista Glenn Jensking, especialista en asuntos impositivos del grupo de la Universidad de Harvard, acaba de entregar su “Borrador Preliminar” de sugerencias y propuestas al gobierno en esta materia.

En su opúsculo “Ajuste Fiscal para un Crecimiento Sostenible en la República Dominicana”, el experto plantea a las autoridades varios aspectos y observaciones en torno al sistema impositivo dominicano, así como varias recomendaciones resultantes de su estudio.

Abarca temas como la necesidad de revisión del Impuesto Sobre la Renta, tanto individual como corporativo, los impuestos al comercio y a las ventas a través del Impuesto a las Transferencias de los Bienes Industrializados (Itebis), el Impuesto Selectivo al Consumo de Bebidas Alcohólicas y Tabacos, los impuestos a las importaciones y sobre el comercio exterior, así como otras tarifas y cargos aplicados a otros renglones y actividades.

En su propuesta, Jensking sostiene que en la actualidad más de la mitad del total de los ingresos provenientes de la renta, son el resultado de cobros por ganancias obtenidas por personas, mientras que el resto es el resultado de rentas o ganancias corporativas.

“los ingresos por impuesto a la renta provienen principalmente de salarios y sueldos”, sostiene el experto, al tiempo que afirma que las ganancias sobre los intereses bancarios no son gravadas. Al presente, añade, las ganancias producto de salarios y sueldos devengados son deducidas mediante los agentes de retención en que se constituyen los empleadores. Dicho sistema parece ser razonable para el país, aunque permite niveles de evasión en los ingresos correspondientes a propietarios individuales y profesionales independientes.

Explica que resultado de estos estudios se evidenció que en ambos grupos de propietarios particulares y profesionales el gravamen es de sólo el 3% de sus ingresos, por lo cual recomienda gravar en un 15% mensuales sus ingresos.

En el caso de otros propietarios individuales tales como los de ventas al detalle y proveedores de otros servicios, una tasa impositiva de 1.5% sobre las ventas brutas podrían aplicarse, considerando que sus ingresos son menores a los de profesionales independientes. Para ello, propone una escala con tres renglones, según el monto de las ventas.

Con relación a los ingresos sobre la renta indica que de unas 80 mil corporaciones existentes en el país, las 700 firmas más grandes pagaron más del 57.2% de sus ingresos por beneficios mediante la aplicación del 1.5% en el 2001, año en que se inauguró este gravamen, lo cual permitió una subida en las recaudaciones hasta el 86.5%.

“Los sectores que más contribuyeron a las recaudaciones corporativas fueron la banca, el comercio, procesamiento de alimentos, productos de cervezas y maltas, los servicios automotrices y la industria del turismo. De las 700 empresas, las empresas de este sector pagaron más del 58.0% del impuesto sobre la renta.

[b]ITEBIS A LAS VENTAS[/b]

Sobre la aplicación del Impuesto a la Transferencias de Bienes Industrializados y Servicios (ITEBIS), Jensking apunta que este instrumeto impositivo introducido en 1983 es similar al europeo Impuesto sobre el Consumo, siendo uno de los primeros en ser introducido en el área del Caribe.

Resalta que actualmente hay un elevado nivel de mecancías y servicios eximidos de dicho impuesto y “aunque las exenciones fueron reducidas en el 2000, la lista de exenciones es aún amplia”. Los pequeños negocios que mantienen ventas brutas por debajo de los dos millones de pesos están exentos del cobro de este impuesto.

Sostiene que en el caso de los exportadores, el exceso de los montos pagados por importaciones como créditos redimibles en los próximos seis meses, no son honrados por el gobierno, lo cual es una traba para el desarrollo de dicho sector.

En el caso de las exenciones a los productos que tienen componentes importados y que previamente pagaron el ITEBIS, considera que esa práctica no debe continuarse y debería ser eliminada.

Otro aspecto de las reformas propuestas se refiere a los Impuestos Selectivos al Consumo o a la manufactura, como es llamado en otros países, son aplicados a ciertos productos elaborados tanto domésticamente como importados.

Incluyen bebidas alcohólicas, cigarrillos y otros productos del tabaco, petróleo, vehículos importados, joyería y muchos otros.

“En la República Dominicana explica el documento , las tasas impositivas solían ser distintas para los productos internamente elaborados, así como para los importados”.

Los productos domésticos, sujetos a impuestos selectivos en República Dominicana, incluyen solo bebidas alcohólicas y productos derivados del tabaco.

En relación a las tarifas aplicadas a las importaciones señala que éstas han sido reducidas a ocho para todo tipo de importaciones.

Otras tarifas y cargos aplicables mediante resoluciones tanto sobre el comercio exterior como sobre importaciones de bienes no gravables, debwerían ser revisadas según la propuesta a fin de evitar la continuidad en las distorisiones que se presentan en estos momentos en el sistema fiscal dominicano.