)Reforma fiscal o ruleta rusa?

)Reforma fiscal o ruleta rusa?

Despojada de todo revestimiento de piedad ante la necesidad de eliminar la pobreza de los dominicanos y hacer crecer la economía, y asumiendo con «verdad monda y lironda», todo parece indicar que la confección de la actual reforma fiscal ha pasado a convertirse en un verdadero juego a la ruleta rusa.

Lo peor del juego a la ruleta rusa no es que la bala esté en el caño del tambor por donde sale, sino en los instantes de angustias e incertidumbres en que el suicida, aferrándose a la vida, vive la peor de las experiencias de un ser humano cuando se acerca violentamente a la muerte, en tan sólo un instante.

Para nadie es un secreto que en el corto plazo la situación hace peligrar la estabilidad social del país sin que necesariamente pueda solucionar en un corto plazo el problema que aparenta resolver.

Tal como lo plantea un documento del Centro de Investigaciones Económicas del Caribe (CIECA), para conjurar la actual crisis que comenzó a principios del 2003, las actuales autoridades han establecido todas las fórmulas para contenerla. Pero todos los esfuerzos hasta ahora han sido en vano.

Entre las más importantes soluciones se planteó la realización de una amplia reforma fiscal, lo cual, no obstante la necesidad de su concreción, parece no arribar a la solución requerida ante la profundidad de la crisis que padece la economía del país.

De ahí que afirma la entidad que «las estimaciones más optimistas revelan que en el caso en que todas estas propuestas fuesen aprobadas, el incremento de las recaudaciones no será suficiente para cubrir las demandas financieras asociadas a las metas del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el reemplazo de los impuetos temporales, el subsidio a la energía y la elevación del gasto en salud a niveles mínimos aceptables».

Considera el CIECA que debido a esa situación, es probable que la solución definitiva del problema fiscal en el país combinará desmontes parciales de los impuestos temporales, antes que totales, «y severas restricciones en el gasto público».

El CIECA sostiene que en primer lugar se arribó a un Acuerdo Stand By con el FMI para someter ante el Congreso Nacional una reforma fiscal integral antes de finalizar el mes de julio del 2004.

El objetivo, según expone el CIECA en el documento elaborado bajo los auspicios del economista Pavel Isa y colaboradores, consistía en lograr recaudaciones por impuestos transitorios ascendentes al 1.5% del Producto Bruto Interno (PBI), igual a unos RD$11 mil 400 millones.

Junto a ello se asumieron decisiones para contraer el gasto público, particularmente el gasto de capital al limitarlo al 16% del PBI para este año que transcurre e imponer un techo al subsidio extendido a la energía eléctrica del 0.9% del PBI, cifrado en RD$6 mil 840 millones.

Otras cuatro medidas adicionales de tipo impositivo, con carácter de permanencia, fueron igualmente asumidas con fines de atraer mayores recaudaciones a las menguadas arcas del Estado.

[b])Todo se derrumbó?[/b]

«A pesar de estas medidas -sostiene el CIECA-, la situación fiscal es muy precaria y amenaza con agravarse».

En tal sentido, sostiene que el servicio de la deuda pública que ascendió en el 2003 a un 3.93% del PBI será mayor al alcanzar hasta un 5.92% del PBI en este 2004.

Debido a los problemas que implicaron las constantes devaluaciones de la moneda dominicana frente al dólar norteamericano, las autoridades programaron un aumento del servicio de la deuda para este año equivalente a RD$25 mil millones, para totalizar RD$45 mil millones.

En adición a esta situación, se tiene previsto que para los meses venideros los imuestos temporales deberán ser eliminados. Dichos gravámenes recaudaron RD$11 mil 400 millones a precios de este año, similar a un 1.5% del PBI.

Igualmente, la meta de superávit fiscal que para el 2004 era relativamente modesta, similar a un 0.2% del PBI, para el 2005 el gobierno se comprometió a un superávit significativo de 1.3% del PBI. Ese monto equivale a unos RD$13 mil 650 millones, asumiendo una tasa de un 40% para el 2004, y un crecimiento del PBI de cero por ciento.

En cuento a los subsidios a la energía, «producto de la devaluación del peso, del aumento de los precios del petróleo y de la decisión de no ajustar de manera parcial la tarifa eléctrica, el subsidio a la energía ha crecido de manera vertiginosa generando una presión insostenible sobre las finanzas públicas».

[b]Otros problemas[/b]

En el documento de diagnóstico sobre la coyuntura actual, la entidad expone que en materia de salud y seguridad social, el gasto en este renglón «es uno de alta prioridad».

Para el 2003 se gastó en salud un nivel igual al 1.2% del PBI en el área, estimado como «un nivel insosteniblemente bajo», ya que organismos internacionales recomiendan un nivel mínimo de un 2% del PBI.

Se estima imprescindible subir el gasto en salud a través del Sistema de Seguridad Social hasta un 0.8%, lo que equivale a unos RD$8 mil 400 millones.

«El incremento del gasto en salud a través del sistema de seguridad social -sostiene el CIECA-, es la traba fundamental para el inicio de operaciones de los planes de salud en el sistema, los cuales han estado paralizados en parte por falta de recursos públicos».

Refiere que entre todas las propuestas adelantadas para incrementar las recaudaciones fiscales, se confrontan muchas dificultades para su aprobación «y sus efectos económicos secundarios deben ser considerados».

Cita como ejemplo, que una amplia extensión de la base imponible del Itebis puede tener importantes implicaciones para la equidad, «especialmente si grava alimentos y medicamentos».

«También un gravamen a los ingresos por rendimientos de activos financieros puede fomentar el ahorro en el exterior», agrega el documento.

Señala que la reducción o eliminación del subsidio a la energía además de elevar los precios, podría reducir el índice de cobranza de las empresas distribuidoras de electricidad.

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