Reforma fiscal

Reforma fiscal

El Gobierno y los actores económicos del sector privado andan, según se ha anunciado, en busca de un consenso que permita delinear una reforma fiscal que satisfaga a todos.

Hay en el tapete varias propuestas, una de las cuales pretendería una reducción del Itebis a cambio de ampliar su base de aplicación, de modo que todos los bienes y servicios habidos y por haber resulten afectados por esta carga.

El Gobierno, mientras, parece inclinado a preservar intactos los productos de la canasta familiar en lo que concierne a la aplicación de este impuesto, con tal de que la población continúe percibiendo el efecto benigno que ha producido en los precios la reducción de la tasa de cambio del dólar y su estabilidad en el mercado.

Es muy posible que surjan fórmulas de consenso para concebir una reforma que permita compensar el déficit fiscal que se derivará del desmonte arancelario y la eliminación de la Comisión Cambiaria.

En nuestro país, generalmente, cada sector que participa en la búsqueda de consenso por motivos fiscales, arancelarios o políticos generalmente actúa bajo la premisa del menor sacrificio posible.

Los intereses de grupos, por lo regular, andan a la vanguardia de ese consenso y en una que otra oportunidad el interés nacional ha sido el que ha resultado erosionado.

–II–

Hay una vertiente en materia fiscal sobre la cual no se ha procurado lograr un consenso, a pesar de que lograrlo representaría no sólo un gran alivio para el déficit que se avecina, en virtud del tratado de libre comercio con Estados Unidos y Centroamérica, sino un verdadero acto de justicia en beneficio de las necesidades de inversión social que tiene el país.

El Gobierno ha manoseado repetidamente el caso de la evasión fiscal y no se puede negar que realmente ha hecho grandes esfuerzos por mejorar las captaciones, pero no se puede afirmar lo mismo en el caso específico del Itebis, del cual según el propio Gobierno se evade cerca de un 50%.

Si se está hablando de modificar la estructura de aplicación del Itebis, la búsqueda de consenso debería comenzar por el aspecto de la evasión de este impuesto, que es considerable.

El Gobierno, si lograra mejorar la captación del Itebis, podría incrementar sus ingresos por este concepto y quizás hasta duplicarlos, sin tener que hacer grandes malabares con la estructura fiscal actual.

La búsqueda de consenso, ahora y después, debe tener permanentemente en agenda propuestas para mejorar la eficiencia administrativa del Estado, como punto de partida para cualquier eventual modificación del régimen fiscal.

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