El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Cone), Lisandro Macarrulla, informó que la cúpula empresarial se ha reunido en tres ocasiones para manifestar su preocupación y temor de que un incremento en los impuestos no solo pueda detener el crecimiento económico, sino incluso provocar un retroceso con efecto en pérdidas de empleos, reducción de la competitividad y una espiral inflacionaria de carácter impredecible.
Lo más preocupante y peligroso es que un tema tan crítico para la seguridad jurídica de la inversión privada se maneje en base a declaraciones generales, cuando debieran ser transparentes y someter las propuestas a debate público, de manera que la población se percate del impacto que esas medidas tendrían para la ciudadanía, la que al fin de cuentas vería encarecer su nivel de vida, afirmó.
Sugirió a las autoridades que antes de que se adopte cualquier curso de acción en este sentido, el Estado consulte a los sectores que podrían ser afectados.
En su opinión, en la estructura económica dominicana, las empresas son las que cargan la pesada carga fiscal.
Apoyó su afirmación en un estudio auspiciado por el empresariado y divulgado hace poco que estimó que la carga tributaria empresarial es de 26.2%, y según el cual el sector formal de la economía recibe la carga del 75.8% de los tributos que se pagan al fisco.
Explicó que la reacción del empresariado ha sido provocada por el anuncio del ministro de Hacienda, Vicente Bengoa, de que serían modificadas las leyes de hidrocarburos y de Proindustria.