No parece estar claro que la reforma tributaria propuesta asegure la sostenibilidad fiscal de Ecuador.
En la campaña electoral, Daniel Noboa prometió incentivos fiscales para la generación de empleos y ahora desde la Presidencia acaba de enviar al Congreso una reforma tributaria con la que intenta, aunque con variaciones, cumplir ese propósito y en la cual no asoma una visión fiscalista, sin que parezca claro que asegurará la sostenibilidad fiscal.
En el caso del IVA, no ha cumplido con su promesa de bajarlo del 12% al 5%, sino que ha propuesto un sistema de devolución del impuesto de manera que las personas naturales y empresas que hayan pagado este tributo en las adquisiciones locales o importaciones para la construcción de proyectos inmobiliarios, tengan derecho a que ese impuesto les sea reintegrado, sin intereses. La devolución debe producirse, según el proyecto, en un tiempo no mayor a 90 días.
Asimismo, Noboa ha propuesto que a los 499 grandes contribuyentes identificados por el SRI no se les realizarán retenciones del Impuesto a la Renta.
También propone que las personas no residentes en Ecuador que ingresen al país, con cualquier tipo de régimen migratorio, podrán acogerse durante los 120 días de su ingreso a un régimen especial denominado residencia fiscal temporal.
Con este régimen, ellos estarán obligados al pago de todos los impuestos indirectos, como el IVA, pero limitarán el pago de Impuesto a la Renta a las ganancias que exclusivamente generen de fuente ecuatoriana.
Otros incentivos para proyectos en energías renovables no convencionales, que incluyen la exoneración por 10 años de Impuesto a la Renta para nuevas inversiones en energías renovables no convencionales. El mismo beneficio se propone otorgar para proyectos relacionados con la industrialización de gas natural y asociado en Ecuador.
También propone deducciones del 150% por los gastos de publicidad, promoción o auspicio de deportistas, así como deducciones de pagos por becas a estudiantes.