Reformas urgentes en la UASD (2 de 2)

Reformas urgentes en la UASD (2 de 2)

JUAN BOLIVAR DIAZ
Después de leer los dos artículos del profesor Jesús de la Rosa publicados en HOY del 31 de julio y el 9 de agosto, me siento obligado a volver sobre el mío del 23 de julio, que él refuta, aunque sin citarme formalmente. Agradezco la atención del estimado académico y ojalá que otros se animen a participar en un debate sobre las reformas que requiere no solo la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), sino también todo el sistema educativo nacional.

Concuerdo con el profesor de la Rosa en que en países tan atrasados como el nuestro la formación universitaria debería ser gratuita, y así debería consignarse en una próxima reforma constitucional. Pero para que se cumpla el precepto, no para un simple enunciado como el del inciso 16 del artículo 8 de la Constitución que preconiza que «Tanto la educación primaria y secundaria, como la que se ofrezca en las escuelas agronómicas, vocacionales, artísticas, comerciales de artes manuales y de economía doméstica, serán gratuitas».

Pese a ese enunciado, de larga data en la Constitución, el Estado no ha sido capaz de garantizar la educación primaria a todos nuestros niños, ni siquiera en las aldeas más pobres y en los barrios que concentran la miseria urbana, donde proliferan precarios colegios y escuelitas privadas, de primaria y secundaria, comerciales vocacionales, que cobran cuotas muy superiores a las de la UASD.

Todavía no se cumple la Ley General de Educación que dispone para la tarea educativa el 16 por ciento del presupuesto anual o 4 por ciento del producto bruto interno. Apenas andamos por la mitad y esta ley data de 1997, pero hay otra mucho más vieja, de 1962, que establece el 5 por ciento del presupuesto para la UASD y ningún gobierno la ha cumplido, y parece que ya ni Jesús de la Rosa espera que alguno lo haga.

Que la UASD «es una de las más caras de la América española» debería demostrarse. Pero, ¿será caro en este país pagar 6 pesos por crédito, que es lo que aporta una gran mayoría de los 170 mil estudiantes que habrá allí en el semestre por comenzar? A 20 créditos promedio por alumno, serían 120 pesos semestrales, 20 por mes, suma que gasta cada día en transportarse un estudiante de cualquier barrio.

Eso estaría magnífico si la Universidad dispusiera de recursos para investigación y extensión, para laboratorios y materiales docentes a fin de impartir docencia acorde a los requerimientos del desarrollo, y para pagar salarios siquiera decentes a sus profesores y empleados. Es decir si no sobreviviera en la miseria.

Como en toda institución, en la Universidad es importante la estructura física, en la que el gobierno está invirtiendo 3 mil millones de pesos, pero no es lo que «sustentaría el proceso de reformas que sus autoridades pretenden llevar a cabo…»

El distinguido académico considera buena la tasa de egresados de la UASD, uno de cada 4.4 de los 139 mil 184 matriculados en el período 2000-2004, equivalente al 23 por ciento. Dice que los entendidos consideran alta la tasa de una universidad que «año tras año»gradúa un 15 por ciento o más de su matrícula. Pero en nuestro caso el 23 por ciento ha sido en 5 años.

Concuerdo en que uno de los graves problemas de la UASD es el bajo nivel con que llegan los bachilleres, fruto de las deficiencias de la educación pública, y con la solución parcial de los cursos de nivelación que implementan las nuevas autoridades académicas para ese 62 por ciento que en una prueba piloto demostró no estar capacitado para emprender la educación superior.

Pero sigue siendo injustificable que al terminar un semestre (en el 2004) hayan retirado el 47.8 por ciento de las asignaturas seleccionadas por los estudiantes de la UASD y que la aprobación haya sido de apenas el 42.5 por ciento. Tiene que haber mecanismos para corregir ese derroche. Que se den los cursos de nivelación, pero también que se exija un rendimiento siquiera mínimo.

Tampoco se justifica el derroche de mantener 23 carreras con un total de 97 alumnos, para un promedio de 4.2. Y de los cuales sólo uno de cada 4.4 va a graduarse. ¿Cuánto cuesta cada graduado? Si algunas de esas carreras son fundamentales para el desarrollo, ¿cómo es que casi nadie quiere seguirlas? Sería mejor incentivarlas, mientras hacemos lo contrario con Derecho, que el año pasado concentraba 12 mil 680, en un país con más de 30 mil abogados, en su mayoría deficientemente formados. En última instancia, no hay que poseer un título universitario para salir adelante y contribuir al desarrollo. Pero la UASD no ha querido invertir en formación técnica. Y en los años 90 desperdició 50 millones de pesos que le asignó el proyecto BID-FUNDAPEC. Le desembolsaron 10 millones que se gastaron en consultorías, burocracia y oficinas para al final no hacer nada.

Muchos de la mayoría de estudiantes que no concluyen en la UASD podrían haberse graduado de carreras técnicas. Y a lo mejor yo hubiese encontrado uno que reparara mi máquina de caminar.

Para mí no hay dudas que la UASD requiere tantas reformas como la nación.

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