Reformismo ante la rendición  incondicional del PRSC

Reformismo ante la rendición  incondicional del PRSC

Fuerzas internas y externas conducen al PRSC hacia  la rendición incondicional. Si así llegare a ser, los “reformistas de corazón”, como reza su himno, tendrán que ingeniárselas para encontrar fórmulas que hagan valer los aportes del reformismo-socialcristiano a la superación de las amenazas que se ciernen sobre nuestra nación; como sucedió en 1966 y 1986.

Esa rendición incondicional se evidencia por la inanición del PRSC: Su presencia pública  institucional  y estructural es paulatinamente menor. Sus organismos no se reúnen.

Su publicidad, actividades de opinión y tareas reorganizativas han sido suspendidas.  Son contados dirigentes que frecuentan sus locales, haciéndolos lucir como  cascarones. Sus activistas se han quitado las botas y soltado las armas. Continúa el suspenso sobre la elección del candidato a pesar de haber agotado numerosos y entretenidos eventos de consulta y cohesión y de haber comprometido para ello a la JCE.

Como consecuencia, sociedad y medios dejan de tomarlo en cuenta o se refieren al PRSC como inexistente.

Las encuestas vuelven a colocarlo en categoría minoritaria, exponiéndose a ser objeto de desprecio similar al sufrido mientras negociaba acuerdos electorales con el hoy candidato del PLD cuando era funcionario gubernamental, cuyas críticas al servicio exterior avalan ésta afirmación.

De no rectificar, el PRSC terminará rindiéndose  incondicionalmente a pesar de los reiterados pronunciamientos de su Presidente contrarios a alianzas en primera vuelta, privándole a la nación de sus aportaciones para enfrentar las amenazas que la afectan: crisis económica del mundo occidental, insatisfacción  de su población ante carencia de bienes y servicios y puestos de trabajo,  inseguridad e indefensión ciudadanas por la insensibilidad, ineficiencia y falta de autoridad, situación haitiana y pretensiones de instancias extranjeras de condicionar nuestras  políticas.

El camino más expedito para rectificar es que el Presidente del partido asuma, como se le propuso en la última reunión informal de su organismo ejecutivo, la candidatura presidencial, o que, en su defecto, propicie un consenso para escogerlo.

De lo contrario el PRSC terminará consumiendo la rendición incondicional, ante lo cual los reformistas, dejados a su propia suerte, estarán tentados a cruzarse de brazos o a incurrir en otras incondicionalidades; disipando, entre ambas, los aportes del reformismo que tanto necesita la nación.

Por evitar esta situación se hace imprescindible que todo aquel que ocupe un lugar en la estructura dirigencial del PRSC la asuma, se ponga las botas y retome las armas en pie lucha  para resistir inicialmente la entrega incondicional que se vislumbra y posteriormente explorar fórmulas que viabilicen su contribución institucional para la superación de las amenazas que penden sobre la dominicanidad.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas