Reforzar lucha contra violencia

Reforzar lucha contra violencia

Con persistencia, la sociedad recibe el impacto de tragedias causadas a la mujer desde entornos masculinos con actitudes que además se manifiestan en maltratos físicos y sicológicos y hasta en agresiones mortales a descendientes ajenos a conflictos. Por estar relacionados a una cultura y apredizaje abominables, los comportamientos destructivos que recaen sobre el sector femenino deben ser enfrentados con amplitud de políticas y programas de prevención. Tantos hechos de perfil epidémico arrojan un deplorable balance sobre la acción penal que con su aplicación no invierte el curso fatal de los asesinatos de género a veces de saldo múltiple . Siendo el suicido del perpetrador el episodio que más frecuentemente llega a continuación de segar vidas de mujeres, poco ha sido el poder de disuasión atribuible a la ley y a los previsibles castigos planteados contra la decisión de matar cuando esta proviene de mentes alteradas.

El promover respeto a la condición humana debe asumirse como meta de primer orden inculcando valores en aulas del sistema escolar y hasta en las de procesos de formación para adultos, sean civiles, militares o policías. Debe recurrirse a ámbitos de la comunicación para transmitir insistentes mensajes contra actuaciones que llevan dolor, muerte y orfandad a mucha parte tomando en cuenta los resultados alentadores de programas de reeducación disponibles para hombres violentos.

Invitación a desconfiar

«Nadie en lo alegre de la risa fíe» dice un verso a honor de un noble personaje de otros tiempos que recurría a las carcajadas para ocultar sus penas y hacer feliz a los demás. El mensaje vale en el presente contra los peligros que encerrarían disfraces de gente que pretendería hacer daño a la niñez. Cobra valor la suposición de que el hábito no hace al monje como tampoco al payaso. No hay más remedio que cuidarse de ropajes.

Modernamente, la falsedad pone a circular títulos de propiedad sobre ficticios espacios terrenales y demandas laborales movidas por misteriosos abogados timadores. Sus defendidos nuncan están presentes al final de las causas gananciosas. Proliferan también unos brujos «sin credenciales». No las necesitan para que los tontos que siempre salen a la calle crean que la magia multiplica fortunas.

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