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En esta temporada de tanto calor, nada mejor que consumir alimentos y frutas que aporten suficiente agua al organismo.
De por sí las frutas tienen en su gran mayoría mucha, aunque unas más que otras, como es el caso de la sabrosa y nutritiva sandía que abunda actualmente en el mercado local.
La sandía o melón de agua como también se le conoce, es considerada la fruta reina del verano, así que no se limite y disfrute de ella, que está ahí, al alcance de todos los bolsillos.
Por lo refrescante que es, y por ser fuente de vitaminas, vale la pena consumir la dulce y crocante sandía.
¡Ummm! es inexplicable el bienestar que se siente por fuera y por dentro al disfrutar un pedazo de sandía previamente refrigerado cuando en verano la temperatura asciende a los 30º.
¿Cómo consumirla? Cómo usted lo prefiera, a temperatura ambiente en cualquier esquina donde se expenda, siempre que haya, claro está, una higiene adecuada.
También la encuentra en supermercados en forma de ensaladas, pero lo más recomendable es que la compre entera y la manipule usted en su casa a su antojo, tanto directamente como en jugos, batidas, ensaladas o, ¿por qué no? como postre o acompañante de otras frutas o alimentos.
Propiedades nutritivas de la sandía. Por cada 250 gramos de esta fruta, usted tendrá un aporte en su organismo de 75 calorías, un 42% de vitamina C, la cantidad diaria necesaria, 15% de vitamina A y un 10% de vitamina B1.
Contiene también vitamina B6, fibra -soluble e insoluble-, magnesio, fósforo, hierro, sodio y potasio, así como betacaroteno, licopeno, ácido fólico y ácido ascórbico.
Otros beneficios de la sandía. Calma la sed, posee propiedades depurativas, se recomienda a personas con problemas renales o de las vías urinarias y es indicada también en dietas de adelgazamiento. Su consumo produce sensación de saciedad y su contenido en fibra ayuda a limpiar los intestinos. Contribuye a la eliminación de residuos tóxicos y a mantener controlada la presión arterial. Ayuda también a reforzar el sistema inmunológico.
Datos científicos
Revelan que masticar las semillas de la sandía ayuda a la salud de la próstata. Para un mayor aprovechamiento de sus propiedades se aconseja consumirla en ayunas o fuera de las comidas, puesto que por su alto contenido de agua tiende a fermentar, específicamente si se consume como postre. La citrulina de la sandía es una sustancia que convertida por cierta enzima en arginina, un aminoácido que estimula el óxido nítrico que se encarga de relajar los vasos sanguíneos, produciendo un efecto similar a la Viagra, según estudios.
