Refuerza plan seguridad Irak

Refuerza plan seguridad Irak

BAGDAD (AFP).- Las fuerzas estadounidenses e iraquíes han reforzado ayer el dispositivo de seguridad de la capital iraquí, que sufre una ola de violencia interconfesional sin precedentes, mientras en el país murieron 14 personas. El ejército norteamericano anunció además que un helicóptero Blackhawk de la fuerza internacional destacada en Irak se estrelló en el oeste del país y causó cuatro heridos y dos desaparecidos.

“El helicópero se estrelló debido a un problema técnico” y “cayó al agua”, explicó el general William Caldwell, portavoz de la coalición en Irak. En Bagdad, casi dos meses después de que el primer ministro Nuri Al Maliki anunciara el inicio de la operación “Juntos hacia adelante”, destinada a paliar la violencia en la capital, el ejército estadounidense anunció el comienzo de la segunda fase de este plan de seguridad.

“La operación combina los esfuerzos de la policía y el ejército iraquíes y de la división multinacional para reducir el nivel de muertes, secuestros, atentados terroristas y actos de violencia confesional en Bagdad y para fortalecer el control del gobierno iraquí sobre la ciudad”, explicó el ejército estadounidense.

Pese a que las fuerzas norteamericanas calificaron de “éxito” los resultados hasta ahora logrados -entre los que citaron la muerte o detención de 411 “asesinos”- la operación se ha mostrado incapaz de devolver la seguridad a Bagdad, donde miles de personas han muerto en actos de violencia interconfesional desde principios de 2006.

La capital iraquí es escenario diariamente de unos 70 actos de violencia que causan decenas de muertos, como por ejemplo los registrados el martes por la mañana, que costaron la vida a 24 personas.

Esta situación ha provocado que importantes responsables estadounidenses se hayan referido abiertamente al peligro de guerra civil que se cierne sobre Irak.

“La violencia confesional es actualmente más importante que nunca, especialmente en Bagdad, y si no se para, es posible que Irak caiga en la guerra civil”, previno el general John Abizaid, jefe del comando central estadounidense (Centcom) que supervisa las operaciones en Irak.

La fase 2 del plan de seguridad para Bagdad tiene como objetivo hacer frente a esta amenaza y conlleva el refuerzo de los 50.000 hombres ya desplegados en la ciudad.

“Unos 6.000 soldados y policías iraquíes más van a ser desplegados en la región de Bagdad, además de 3.500 militares estadounidenses de la 172ª brigada de infantería”, indicó el ejército norteamericano.

Añadió que “2.000 hombres de la segunda brigada de combate de la primera división blindada, hasta ahora en reserva estratégica, serán enviados a Bagdad”.

El ejército estadounidense defendió además el ataque de la madrugada del lunes al barrio bagdadí chiita de Sadr City, que fue duramente criticado por el primer ministro iraquí.

“El objetivo era detener a un sospechoso y abandonar el barrio. Pero las fuerzas iraquíes fueron tiroteadas y tuvieron que responder. Hubo que recurrir a un apoyo aéreo en su ayuda”, explicó el general Caldwell.

En un nuevo día de violencia, tres personas murieron por disparos en el barrio bagdadí de Mansur, de mayoría sunita, según una fuente de seguridad.

En la capital también se encontraron los cuerpos de dos personas no identificadas muertas por disparos.

En el resto del país, 14 personas murieron en diferentes ataques, la mitad en la localidad de Baaquba y su región, que suele ser escenario de numerosos ataques sangrientos a las fuerzas de seguridad y los civiles.

En el norte, dos hermanos murieron al estallar un artefacto artesanal al paso de su vehículo en la carretera entre Kirkuk y Hawija.

Un coronel del ejército iraquí fue asesinado por desconocidos armados en la ciudad de Basora (sur).

Además, una manifestación contra el abandono de los servicios públicos terminó en la provincia de Suleimania con un muerto y 15 heridos, entre ellos ocho policías.

Matan tres EU

BAGDAD (AFP) .- Tres soldados estadounidenses fueron muertos ayer en la provincia sunita rebelde de al-Anbar, al oeste de Bagdad, anunció el ejército norteamericano en un comunicado.

“Tres soldados de la primera brigada de la primera división blindada murieron hoy durante una acción hostil en la provincia de al-Anbar”, indica el comunicado sin más precisiones.

La provincia de al-Anbar, donde están las ciudades de Faluja y Ramadi, es la cuna de la rebelión sunita en Irak.

Después de la invasión nortamericana a Irak en marzo 2003, han muerto 2.594 militares estadounidenses, según un cómputo de la AFP basándose en cifras del Pentágono.

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