LONDRES. Las autoridades británicas buscaban el sábado a los responsables de un estallido en el metro de Londres que dejó casi 30 personas heridas mientras centenares de soldados eran desplegados en todo el país. Las autoridades habían incrementado el viernes en la noche el nivel de la amenaza terrorista a «critica» debido al estallido parcial de una bomba durante la hora de mayor afluencia de pasajeros en la mañana. Este grado de amenaza terrorista significa que las autoridades, incluidas las de servicios de seguridad, consideran inminente un nuevo ataque.

La primera ministra Theresa May dijo que aumentar el nivel de la amenaza a su grado más alto era una «medida adecuada y acertada». La policía solicitó al público que se mantenga alerta. Los soldados se suman a la presencia policial en lugares públicos para disuadir otros ataques tras el estallido del viernes en la mañana durante la hora pico en un tren de la línea District Line del metro londinense. No se han efectuado arrestos. La explosión y la estampida posterior en la estación Parsons Green dejó 29 personas heridas.

Las autoridades descartaron que las heridas, incluidas quemaduras, pongan en peligro la vida de los afectados. La bomba estalló alrededor de las 8:20 de la mañana cuando el tren, que transportaba a pasajeros desde los suburbios, entre ellos muchos niños escolares, se encontraba en la estación Parsons Green del suroeste de la ciudad. La estación fue reabierta el sábado, dijeron las autoridades, lo que restauró cierta normalidad a la red de transporte de Londres un día después de que fuera interrumpida debido al incidente.

Analistas dijeron que las heridas habrían sido peores si hubiera estallado todo el artefacto explosivo. El grupo Estado Islámico se adjudicó el ataque y lo atribuyó a una unidad afiliada. Gran Bretaña ha sido escenario de otros atentados este año en los que han perecido 36 personas. En otros ataques en Londres, como el ocurrido cerca del Parlamento, en un puente en Londres y cerca de una mezquita en Finsbury Park, en el norte de la capital, se utilizaron vehículos y cuchillos.