Refuerzan seguridad tras el accidente de tren en España

Refuerzan seguridad tras el accidente de tren en España

MADRID. AFP.  Nuevas medidas de seguridad entran en vigor este sábado en 80 puntos sensibles de la red ferroviaria española como el lugar donde el 24 de julio se produjo un accidente en que murieron 79 personas, informó Adif, la empresa pública que gestiona la red.  

«En las líneas de velocidad máxima superior a 160 km/h, las transiciones significativas de velocidad estarán señalizadas a la vía mediante señales fijas de velocidad limitada permanente», afirmó Adif, a cargo de la seguridad, en una circular que entra en vigor el sábado.

«Hemos identificado 80 puntos de transición, de cambio, donde se tiene que reducir la velocidad significativamente», explicó a la AFP un portavoz de Adif. «Vamos a poner señalización lateral para que el maquinista pueda recordar lo que ya tiene escrito», agregó.   «Estas señales aumentan la seguridad, pero el sistema ya es seguro», insistió. 

«Son medidas de carácter provisional hasta que tengamos las conclusiones definitivas del informe» encargado por el gobierno, precisó. 

La investigación judicial intenta entender cómo el tren descarrilló a 179 km/h en un tramo de velocidad limitada a 80 km/h, cuando el maquinista acababa de mantener una conversación telefónica con el interventor del tren.  

El accidente, que causó 79 muertos y cerca de 180 heridos, se produjo en una curva muy pronunciada, a 4 kilómetros de Santiago de Compostela, en un tramo equipado de un sistema de seguridad que no frenaba automáticamente.

El juez instructor señaló claramente la falta de información sobre la vía e imputó el 20 de agosto a «la/s persona/s de Adif responsable/s de la seguridad en la circulación del tramo».   El maquinista, Francisco José Garzón Amo, experimentado profesional de 52 años, fue imputado de 79 homicidios por imprudencia.

El 9 de agosto, la ministra española de Fomento, Ana Pastor, había anunciado «una revisión general» de toda la red ferroviaria para mejorar la seguridad tras el accidente.

El gobierno y los responsables de los ferrocarriles españoles se esfuerzan por garantizar la seguridad de su sistema en un momento en que España pugna por vender su tren de alta velocidad a Brasil.  

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