Refugiados en vieja Barquita piden respuesta urgente del Gobierno

Refugiados en vieja Barquita piden respuesta urgente del Gobierno

La desesperación y la incertidumbre dominan el ánimo de las familias que fueron refugiadas en la capilla San José, de la vieja Barquita, Santo Domingo Norte, debido al hacinamiento y las precarias condiciones en que tienen que desenvolverse.
Se trata de alrededor de 15 familias que ayer fueron trasladadas al refugio, ante las crecidas del río provocadas por las lluvias.
Explicaron que están apiñados, en un espacio estrecho junto a sus ajuares, sin alimentos ni agua y con un solo baño.
Por tanto, pidieron a las autoridades una respuesta rápida y urgente, pues viven en condiciones infrahumanas, rodeados de polución y malos olores.
Dijeron que sus casas y negocios fueron demolidos para evitar que otras personas ocupen esos espacios, y afirmaron que no saben qué va a pasar con ellos.
En tanto, Nelson Camilo, representante de la Unidad Ejecutora para la Readecuación de La Barquita (Urbe), explicó que el desalojo era inevitable, pero que fue precipitado debido a las amenazas que acechaban a las familias desalojadas.
Varias construcciones fueron demolidas bajo la vigilancia de un contingente policial que trataba de mantener el orden. Además, una brigada de la Defensa Civil participaba en los desalojos.
Por otro lado, familias del barrio Las Latas, a orillas del río Ozama, fueron trasladadas a La Nueva Barquita, como parte del operativo de emergencia que desarrolla Urbe.
Sin embargo, algunos residentes mostraban su desesperación por la lentitud de las mudanzas, debido a la tardanza de los expedientes y de los trámites.
El desbordamiento del río inundó casas y negocios, por lo que decenas de personas tuvieron que alojarse en casas de vecinos.
Marlene Taveras acogió en su vivienda a Crisálida Lara, Cándida Encarnación y Aneudy de los Santos, quienes esperan una respuesta oficial, pues viven en una situación calamitosa.

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