Refuta a Codia sobre presencia agua Metro

Refuta a Codia sobre presencia agua Metro

POR UBALDO GUZMAN M.
Las declaraciones del presidente del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA), ingeniero Teodoro Tejada, sobre la presencia de agua en el subsuelo del viaducto de Villa Mella, son incompletas e inexactas, consideró ayer el geólogo Osiris de León.

Aclaró que el cuestionamiento no era a la procedencia del agua en algunas zapatas del viaducto de Villa Mella, «sino la presencia del agua en los cimientos arcillosos de un mega proyecto de ingeniería como el metro».

Y agrega: «En ese lugar el agua nunca debió estar presente, indistintamente de su procedencia, porque eso es grave en cualquier obra de ingeniería y fue lo que provocó el colapso del túnel del Metro de Barcelona».

El pasado sábado, Tejada informó que una comisión de alto nivel designada por el CODIA determinó que no hay agua en el subsuelo del área en que se construye el metro.

De León recordó que el subdirector de la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), ingeniero Leonel Carrasco, admitió haber encontrado aguas subterráneas en las excavaciones para las zapatas del viaducto del metro y Tejada «lo sabe porque estaba presente cuando la OPRET lo anunció».

«De ahí que lo que el presidente del CODIA y la comisión han hecho es cambiar un asunto de forma para dejar intacto el problema de fondo y al mismo tiempo subestimar los riesgos visibles», señaló.

Indica que desconoce la escala de medida utilizada por el CODIA para evaluar ese tipo de situaciones, «porque mientras en agosto del pasado año 2005 el CODIA sobredimensionaba los deslizamientos en los suelos arcillosos de Sánchez y solicitaba al Gobierno evacuar a toda la ciudad de Sánchez, nosotros opinábamos todo lo contrario diciendo que eran cuatro pequeños problemas puntuales que podían ser resueltos con pequeños subdrenes granulares».

Señala que cuando Tejada dice que en la comisión de alto nivel designada por el CODIA estaba presente «un técnico especialista en tierra y agua» no especifica si             estaba para tratar los asuntos del «riego con agua de las obras del Metro o para hablar del riesgo que representa la presencia del agua en las obras del Metro», las que son dos cosas aparentemente muy parecidas pero realmente muy diferentes.

A su juicio, un técnico especialista en tierra y agua sabe de irrigación de suelos agrícolas y no es un especialista en problemas geotécnicos que pudieran presentarse en los suelos arcillosos del viaducto, porque en este caso se requería de un geotecnista, un especialista en mecánica de suelos o de un consultor en geoingeniería.

«Si el CODIA hubiese tenido verdadero interés en conocer la realidad de lo que ha ocurrido con los suelos arcillosos de Villa Mella y la presencia de agua en las zapatas del viaducto hubiese integrado a la comisión a sus expertos en mecánica de suelos para que opinaran al respecto», dice.

De León dijo que las declaraciones de Tejada son incompletas cuando dice que él habría admitido que el agua era de una tubería vieja que estaba rota, «cuando en realidad dije que era totalmente incorrecto que el eje principal de las zapatas del viaducto del Metro estuviese coincidiendo con una tubería de agua de 12 pulgadas en una zona totalmente arcillosa», la cual sería removida.

«Pero la realidad es que esa remoción obedece más a una advertencia pública que a un objetivo primario del proyecto, porque de haber tenido interés primario en remover dicha tubería lo hubiesen hecho antes de vaciar las zapatas y no después», señala.

Indicó que, sin embargo, tan pronto la prensa publicó su      preocupación por la presencia de agua en las zapatas del Metro en fechas 22 y 26 de febrero de 2006, la gente de la OPRET se apresuró a corregir las fugas, a bombear las aguas y a remover tuberías.

Señala que Tejada «señaló que hasta 1990 en el país no había un inventario de la colocación de las tuberías de los acueductos, pero que de ese año para acá ya existe», con lo cual trata de justificar el hecho de que en todas las columnas del eje central del viaducto del Metro de Villa Mella haya una tubería de agua de 12 pulgadas, justificación que es inaceptable proviniendo de un organismo que a partir de la promulgación de la Ley 6160, de 1963, es asesor del Estado en materia de ingeniería.

Recuerda que la CAASD tiene la obligación de saber dónde están todas sus tuberías de agua, porque si no lo supiera no podría corregir las frecuentes averías, ni podría colocar nuevas conexiones y acometidas, ni podría instalar medidores para el cobro. «Esa explicación es ingenua e inexacta y demuestra un interés de justificar lo injustificable».

Explicó que la comisión del CODIA se comprometió a pedir a la OPRET los estudios geológicos, geoeléctricos, sísmicos, de geo-radar, geotécnicos, hidrogeológicos, ambientales y otros

que debieron ejecutar en las rocas y suelos localizados en la ruta del Metro, a fin de que se analizaran técnicamente en función de las características de la obra.

«Como el presidente del CODIA ha dicho que el director de la OPRET mostró a ellos los estudios técnicos y que les va a entregar copia, esperamos que esa copia sea puesta a disposición de todos los miembros del CODIA y que se organice un debate», dice.

Indica que por falta de falta de estudios debieron hincar más de dos mil pilotes de 120 a 160 pies de profundidad que han incrementado los costos del viaducto en más de RD$200 millones.

El CODIA integró una comisión formada por Alejandro Montás, Tomás Frías, David Medrano Aguiló, Fausto Monegro, Félix Santana, Rafael Vásquez, ex presidentes del gremio, y el técnico Salvador Ramírez para investigar la acumulación de agua en las zapatas del viaducto.

La comisión fue conformada, luego de que De León dijera que la acumulación de agua en la zapatas del viaducto se debía a inobservancia técnica y falta de precaución.

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