Refuta declaraciones grupo GARR sobre braceros país

Refuta declaraciones grupo GARR sobre braceros país

El señor Luis Ventura S.  refutó ayer  la denuncia  del grupo de Apoyo a Refugiados y Repatriados (GARR) de Haití, de que el ex dictador Jean Claude Duvalier (Baby Doc) vendió a nacionales haitianos como braceros a la República Dominicana.

«En nombre de todos los braceros que fueron vendidos como esclavos para la explotación de su sudor» en la producción de caña de azúcar «en los bateyes (poblados de braceros) dominicanos, el GARR reclama justicia y reparación», declaró la plataforma en un comunicado enviado a la prensa local.

Dijo que Cuando el GARR pide que  Jean Claude Duvalier sea juzgado por los tribunales haitianos por haber vendido a connacionales en República Dominicana, para ser usados como esclavos en la producción de caña de azúcar en los ingenios dominicanos, esta ONG ignora que  el procedimiento mediante el cual jornaleros temporales haitianos participaban en las zafras de los ingenios dominicanos a partir de 1952, estaba fundamentado en acuerdos suscritos entre las autoridades dominicanas y haitianas.

Además, que  en 1952 todos los ingenios eran de propiedad privada, siendo la mayoría  de inversionistas norteamericanos, y que   antes de 1952 las zafras de esos ingenios las hacían dominicanos, puertorriqueños, cocolos y haitianos residentes, traídos por la intervención norteamericana entre 1916 y 1924, por lo que la importación de jornaleros haitianos no era necesaria en ese momento.

Agregó que fue en base a las recomendaciones que hizo un grupo de técnicos de la Universidad de Columbia al Gobierno haitiano lo que originó el Acuerdo de 1952, pues estos sugirieron que el exceso de población existente en Haití en 1947 (unos 3.5 millones de personas) fuera incentivado por las autoridades haitianas, para que «familias enteras» de ciudadanos haitianos emigraran masivamente a otras islas del caribe, (para no decir claramente hacia la República Dominicana). Ver Resolución 51 (IV) del 26 mayo de 1947 del Consejo Económico y Social de las  Naciones Unidas, cuyas recomendaciones fueron publicadas por la ONU en Nueva York en julio de 1949.

Expresó que  como no debían decir públicamente que esas migraciones masivas las iban a alentar de manera legal o ilegal, presionaron a Trujillo para que aceptara y a Duvalier (padre) para que firmara, unos «Acuerdos de contratación de jornaleros haitianos», los que para integrarse a zafras de menos de cuatro meses se llevaban a República Dominicana insólitamente a sus mujeres e hijos, hijos que luego se quedaban en el país y se convertían de este modo en emigrantes ilegales, pues se violaba el literal G) del artículo 1° del acuerdo, el cual decía textualmente lo siguiente: Al formular la solicitud, esas empresas (los ingenios) se comprometen por escrito a comunicar el Departamento de Inmigración y al Consulado de Haití de la Jurisdicción, el abandono del establecimiento de trabajo por todo jornalero, así como las muertes, matrimonios, «nacimientos», ocurridos entre los contratados.

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Lo que dice el acuerdo

Los hijos de haitianos que nacían en el país, recuerda Ventura,  debían ser declarados como haitianos en el Consulado haitiano de Santo Domingo. “Entre ellos no se encuentra Sonia Pierre, la que mediante declaración falsa y fraude de sus familiares fue declarada como dominicana en Villa Altagracia, cuando debió ser declarada haitiana. Es una lástima que el GARR en Haití y el SJRM en República Dominicana tengan que recurrir a tantas mentiras para tratar de justificar lo injustificable y, lo que es peor, que existan medios de comunicación  que acogen  estas denuncias irresponsables contra  nuestro país”.

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