A la muerte del dictador Rafael Leónidas Trujillo, la República Dominicana era el país más pobre de América, con una alta deuda externa y un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con el 90 por ciento de su población analfabeta.
Trujillo concentraba la propiedad de casi todas las industrias, de las que poseía el 51 por ciento de las acciones, los monopolios en la fabricación de pinturas, zapatos, clavos, cementos y otros renglones, por lo que los beneficios económicos de la época iban a parar a los bolsillos de él y su familia.
Así lo sostienen los directivos de la Fundación 30 de Mayo y del Museo de la Resistencia, descendientes y familiares de víctimas de la Era de Trujillo, quienes salieron al frente a los escritores que han sostenido que Trujillo empujó el desarrollo económico de la nación.
Durante su participación en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, hablaron del tema Eduardo Díaz, presidente de la fundación; Luis Manuel Pellerano Amiama, expresidente; Mayra Báez de Jiménez, secretaria; Luis Salvador Estrella hijo, miembro, y Luisa de Peña Díaz, directora del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana.
Ese desarrollo que quieren enarbolar ahora los escritores y tergiversar la historia sencillamente tiene que remitirse a donde iba el beneficio de ese pseudo desarrollo; iba directamente a los bolsillos de Trujillo, el pueblo no se beneficiaba en nada de eso, dijo Estrella.
Indicó que con Trujillo hubo un freno de la inversión económica y muestra de eso es que dos años después de su muerte surgieron bancos, empresas privadas que competían con las del Estado, financieras y otras entidades que no podían ser emprendidas durante la Era, ya que el dictador se adueñaba de cualquier negocio que funcionara bien.
Díaz, por su lado, relató que Trujillo adquirió los 11 ingenios que producían azúcar con la reserva de oro del país en garantía y ahí se hizo dueño de los terrenos de caña, a excepción de The Puerto Rico Sugar Company, los ingenios Caei y Cristóbal Colon, propiedad de la familia Vicini.
Mientras que De Peña recordó que cuando se creó el peso dominicano, en el cambio de moneda Trujillo se apropió de cerca de 12 millones de dólares que recogió antes de poner circular el peso. Precisó que ese dato está recogido por el Banco Central.
También refirió que de los tres millones de tareas cultivadas que habían en ese entonces, 2.5 millones eran de su propiedad.
Además que poseía el 51 por ciento del capital de las principales industrias y acciones en alrededor de 25 por ciento en otras.
Citó que los monopolios en la fabricación de zapatos y pinturas estaban fortalecidos con ordenanzas municipales que obligaban a los campesinos a usar zapatos para entrar a los pueblos y a los dueños de residencias a pintar sus casas cada año.
Apuntó que muestra de esa concentración de riquezas se evidencia con el dato de que a la caída de Trujillo, el 30 de mayo del 1961, la República Dominicana era el país más pobre de América, por lo que no es cierto que hubo logros económicos.
La deuda externa. Con relación al pago de la deuda externa en los años 40, otro de los argumentos de defensa a Trujillo, De Peña replica que éste dejó una crisis económica con alto endeudamiento, cuyo monto no precisó, y el país atado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Atribuyó parte de la crisis económica a que gran parte de esos millones que entraron por el Fondo Monetario Internacional fueron saqueados por Trujillo y su familia que ya estaban preocupados por la situación económica, registrándose una fuga de dólares importantes.
Destacó que después de la muerte de Trujillo, su hijo Ramfis saqueó los bancos.
Díaz recordó que la deuda acumulada por Trujillo era en parte por la Feria de la Paz y que fruto de la invasión contra el régimen, el dictador compró armamento, incluyendo aviones que costaron muchos millones de dólares.
Una obligación. Báez recordó que Trujillo pagó la deuda externa como parte de un requerimiento que se hizo a todos los países de la región y que no obstante fue el último en pagarla, ya que incluso Haití pagó unas semanas antes.
Díaz expresó que Trujillo hizo este pago en condiciones desventajosas, ya que no aprovechó los bonos crediticios que se otorgaron a los países que pagaban dentro de los plazos otorgados.
Recordó que el pago se pudo realizar por el alza de los productos dominicanos a consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, por lo que Trujillo pudo obtener cuantiosos recursos para pagar la deuda.
En cuanto a la recuperación de las aduanas, De Peña recordó que esto se hizo en base al cobro de un dólar anual a cada dominicano por la creación de la Cédula de Identidad, pero que además la recuperación fue hecha en desventajas económicas para el país y con beneficios para él.
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Soborno por ley
Trujillo creó una ley que especificaba que el 10 por ciento del costo de cada obra del Estado tenía que ser depositado en una cuenta suya, antes de ser otorgada la obra.
Empresario compulsivo
Cuando el dictador veía que un negocio era bueno, proponía la compra a su dueño, a quien si se oponía, le aplicaba la represión y hasta la muerte hasta quedarse con la empresa.
Monopolio
Varios emporios eran del dictador: las únicas fábricas de calzados, de pinturas, de cementos y de clavos.
Las claves
1. Deuda externa
Aunque Trujillo pagó la deuda externa del país a mediados de su régimen, a finales de la dictadura dejó altos niveles de deuda y un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
2. De último
Además, Trujillo fue de los últimos gobernantes en cumplir con el compromiso de pago.
3. Aduanas
En cuanto a la recuperación de las aduanas en manos de los Estados Unidos, recuerdan que esto se hizo en base al cobro de un dólar a cada dominicano para dotarlos de su cédula de identidad.