Juan María Ramírez 
La junta de vecinos de las praderas, se niegan a que constructora desarrollen proyecto habitacionales de gran altura, y temen que dañen el medio ambiente y el entorno actual del sector. En foto : Floraba Trinidad, Guadalupe de Lora, Indiana Castillo, Kenia Montero, Luis, Vélez. HOY Duany Nuñez 27-11-2020
Sorprendió la modificación de la normativa que regía para algunos sectores de la Circunscripción Uno del Distrito Nacional, para dar paso a edificaciones de alta densidad, sin tomar en cuenta la calidad de los terrenos, impacto en servicios vitales como tránsito vehicular, drenajes, agua potable y otros.
Los vecinos de Las Praderas, La Castellana y San Gerónimo, reaccionaron indignados contra los regidores que dieron “un palo asechado”, al modificar la normativa especial que lo regía, cuando la Alcaldía había prometido lo contrario, pero que al parecer primó entre los ediles el interés económico y no el social.
Floralba Trinidad, de la junta de vecinos de Las Praderas juntos a otros miembros de la organización se manifestaron ayer contra la Ordenanza 8509 que modifica la anterior, ya que el director de Planeamiento Urbano de la Alcaldía del Distrito Nacional, Mayobanex Suazo, había asegurado que no habría cambios.
La dirigente comunitaria advierte sobre el colapso de los servicios públicos como transporte, agua potable, drenajes pluvial y sanitario, de por sí colapsados, cuando los constructores comiencen a levantar grandes edificaciones.
Recuerda además, que los terrenos de esos sectores no soportan grandes edificaciones, y citó los hundimientos conocidos en La Castellana, Las Pradera, San Gerónimo y Los Prados, que motivó a que en la zona se aprobara una densidad especial.
Precisa que el Banco Nacional de la Vivienda concibió Las Praderas como un ensanche modelo, con servicios soterrados y un gran parque, dividido en tres, que inicia en La Guarocuya, da la vuelta hasta terminar en La Núñez de Cáceres, un pulmón que no lo tiene ningún otro lugar que ahora es amenazado.
La ingeniera Guadalupe de Lora, también de la junta de vecinos, indica que la normativa que fue modificada solamente permitía edificaciones hasta cuatro niveles, pero con la modificación se permitirían hasta nueve, lo que colapsaría todos los servicios.
Precisa que en algunas áreas se permitía viviendas unifamiliares hasta dos niveles, y en otras edificaciones hasta cuatro, debido al problema de los suelos y de los servicios.
Lamenta que lo que aprobó el Concejo de Regidores es que se podrán levantar edificios de entre siete y nueves niveles, dependiendo del área a intervenir.
Citó un solar de más de tres mil metros cuadrados, frente a Jumbo, en La Castellana, donde los desarrolladores tienen previsto levantar 60 apartamentos de siete niveles, lo que tendrían dos estacionamientos por unidad, que impactaría negativamente en la zona.
Algo similar se proyecta en unos terrenos, al lado de la parroquia Divino Niño, por lo que la normativa aprobada es inaceptable en la zona.
También se suma al rechazo Idania Castellanos, quien lleva más de 20 años residiendo en Las Praderas.
De su lado, Luis Vélez y Magaly Reyes, del sector La Castellana, indicaron que la misma situación se presenta en ese lugar, a pesar de los hundimientos que se producen por la mala calidad de los suelos.
Estiman que existen otros polígonos donde se pueden desarrollar edificaciones en las afueras de la ciudad, como la Jacobo Majluta, San Isidro y otros, donde los constructores no tendrían problemas.
El regidor Mario Sosa Torres, cree que la propuesta de aumentar la densificación de gran parte de la Circunscripción Uno sin tomar en cuenta los criterios indicados antagoniza la posibilidad de que Santo Domingo sea la ciudad planificada, amigable y justa que se quiere.
Sostiene que el aumento de densidades de la Circunscripción Uno debe realizarse utilizando los criterios de ocupación delimitados en el Plan de Ordenamiento Territorial (Ordenanza (9-2019) que apuesta a una visión integral entre todos los componentes urbanos y considera las potencialidades y vulnerabilidades de cada unidad territorial, en vez de considerar únicamente el tamaño del solar y el ancho de la vía.
Regidor Mario. “Una ciudad planificada crea las condiciones para que tengamos mejores viviendas, que en nuestro propio vecindario podamos resolver nuestras necesidades cotidianas caminando o pedaleando y, si tenemos que movernos más lejos, podamos utilizar un servicio de transporte público digno”.
“Una ciudad planificada favorece que tengamos más parques, lugares deportivos y espacios culturales que puedan disfrutar personas de todas las edades. Todo esto apuntando hacia una ciudad más justa y menos desigual”.
