Reginaldo Atanay – Hipólito: un «fellicida»

Reginaldo Atanay – Hipólito: un «fellicida»

NUEVA YORK. Hipólito Mejía, el reeleccionista presidente de la República Dominicana, por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), le dio «el palo de la gata» a su correligionario Rafael Suberví Bonilla (Fello).

Ambos se convirtieron, por obra y gracia de la ambición por el poder político, en incumplidores de su palabra. «Incumplidores» es una expresión que usamos, en este caso, para respetar la dignidad de los cargos públicos que ambos ostentan; un eufemismo. Porque si así no fuera, el término que les acomoda, a perfección, es el de mentirosos.

Mejía cantaleteó, a manera de letanía, y por mucho tiempo, que no se encaminaría a buscar la reelección, sino que una vez terminado su mandato, se marcharía de regreso, quizás Gurabo, su lugar de origen, a bregar en una de las cosas que más le gusta, y de las que sabe: agricultura.

Fello, tuvo su cantaleta también, pero en otro sentido. Decía que lo de él era buscar la Presidencia de la República, y que jamás se conformaría con la Vicepresidencia. Lo dijo. Lo dijo y lo dijo. Y lo repitió. Tanto, como repitió su cosa el chabacano de Hipólito, el Presidente.

En el orden personal, ambos políticos deben ser «buena gente»; Si no a plenitud, al menos en parte, pues los dos tienen muchos amigos, seguidores… y lo que nunca falta en esos menesteres: Adulones.

Pero en el orden político, han mostrado cojeras fundamentales, pues con sólo pensar en las tantas negaciones que hicieron, uno de no reelegirse, y el otro de no dejar que lo «vicepresidenciaran», cabe pensar que ambos son unos ‘pedros’ que traicionaron a las multitudes que los aclamaban. Y a su partido.

Entre esas dos personas, ahora mismo, sin llegar a las elecciones, el perdedor mayor es Fello. Suberví, sí, Rafael, el hombre que proclamó sus triunfos administrativos como alcalde, secretario de Turismo, legislador…

El barahonero que hace muchos meses hizo acuñar el lema de que había llegado «el tiempo de Fello…» perdió el tiempo. Hipólito, con su conquista del doctor Suberví Bonilla, para que lo acompañe como candidato vicepresidencial en la contienda del 16 de mayo, en el orden político, se convirtió en un «fellicida». Mató, políticamente, al bueno de Fello, en el orden político.

Porque ganen ahora o no, ¿con qué cara Fello se presentaría ante la opinión pública como candidato presidencial en el año 2008?

Joaquín Balaguer, teniendo, como él decía desde hacía unos años «un pie en la tumba», dio cátedra a los dominicanos, y al mundo, de lo que son las pasiones y las ambiciones personales.

Bajó al sepulcro casi como santo. ¿Y proclamado por quienes? Proclamado justo por sus adversarios más acerbos, que no tuvieron el talento, el coraje y la sabiduría que ese caudillo tuvo, al «metérselos a todo en un bolsillo.»

Fello, por ejemplo, que ha sido un perredeista de combate, era un balaguerista de corazón. Y dijo siempre que él y Balaguer eran amigos; que Balaguer lo favoreció en su administración como alcalde, cuando requirió el apoyo del Poder Ejecutivo.

Hipólito, un ex socialcristiano, metido a perredeista, se adentró tanto en Balaguer, que dio una figura inmejorable de lo que estaba haciendo: dijo que había «amarrado su chiva» en el patio de la casa de Joaquín Balaguer.

Un vocero de los de Fello había dicho poco antes del amarre Hipólito Fello, que Suberví se echaría a un lado en esta contienda electoral, y que esperaría a los comicios que habrán de celebrarse dentro de cuatro años, para volver a aspirar.

Pero Fello y algunos de sus amigos pensaron que «no hay tiempo qué perder», y cambiaron el chucho de la vía, y se hicieron reeleccionistas. Se entregaron a un principio al cual habían combatido con denuedo.

¿Por el pueblo? ¿Por el PRD? Que se dejen de pendejadas. Fue por conveniencias personales.

Todo esto que está pasando, son lecciones.

Lecciones, para que la ciudadanía aprenda.

Balaguer, con todos los chanchullos que hizo, y las vagabunderías que permitió que cometieran muchos de sus parciales, dio una cátedra magnífica antes de que lo metieran en el nicho. Demostró cuán lejos pueden ir las ambiciones… distanciadas de los principios.

Ahora, en el PRD se ha dado un fenómeno también aleccionador. Es un partido con una historia bella; de lucha. De pueblo. De sacrificios. Y en estos últimos tiempos ha vivido una experiencia memorable.

Uno de sus dirigentes, hasta hace poco de poca aceptación dentro de sus correligionarios, y menos aún fuera de ese círculo, ha ido creciendo en popularidad y respeto. Lo echaron de la presidencia del PRD, de forma truculenta. Hatuey De Camps, ahora ha comenzado a crecer como líder político… «de a verdad».

El PRD debió vivir una experiencia de sorna y relajo, cuando un grupo de parciales de Mejía, y un médico se compusieron en una «convención», de la que salió «airoso» Hipólito.

[b]¡Qué vergüenza, carajo![/b]

Para la meditación de hoy: Tú, da de lo que tienes. Y tienes mucho que dar. Cuando te trajeron a este lado de la vida, engancharon en tu conciencia un macuto lleno de riquezas; viniste con todas las riquezas del universo. Y en el orden corporal, tu cuerpo, trajo extractos de los minerales que moran en las entrañas de Mamá Tierra. Viniste, con tu maleta, rico. Saca de ahí, a medida que se te presenten los problemas, para resolverlos. No olvides el dicho aquel de que no hay problema sin solución, y si hay un problema sin solución… ¡no es problema!

Hasta siempre, hermano. Vade in pace.

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