Reginaldo Atanay – Por aquello de que «Dios le da barba a quien no tiene quijada…»

Reginaldo Atanay – Por aquello de que «Dios le da barba a quien no tiene quijada…»

NUEVA YORK. En el macuto en donde la gente de pueblo guarda consejas, refranes y otros decires, hay uno que reza así: «Dios le da barba a quien no tiene quijá,» lo que significa que a veces, la Divinidad le da carismas a alguien que no posee las cualidades necesarias para mantenerlo o desarrollarlo.

El obrero de campo y política Hipólito Mejía, quien llegó a la Presidencia de la República aupado por una saludable cantidad de votos, entró gozoso al poder, porque frente a sus compañeros del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) que buscaban el mismo puesto, él les ganó con una gran cantidad de votos.

Y la jocosidad nata que se le conocía hasta entonces al candidato triunfante tuvo, al paso de los meses y ya, de los años una torcedura, la que, dando vuelta, cual si fuera un bumerán, le ha bajado tanto la popularidad, que hoy por hoy, la mayoría de las bocas perredeistas (y ni hablar de las de otros partidos) se abren a cada rato para proclamar sus esperanzas de que «este gobierno se acabe pronto».

El gobierno del Presidente Mejía se colocó en un sitio en donde abundan las antipatías, produciéndose un fenómeno político que ya está haciendo historia, y es que el propio partido que lo llevó al poder, está «loco» porque él salga de la Sede Presidencial, no sólo para que cese en sus irrespetos hacia amigos y adversarios, sino para que esa organización política no siga descuartizándose a sí misma, y para que en el país cese o aminoren las crisis económica y política.

Al comienzo de su gobierno, los observadores ajenos al régimen creyeron que el trabajo de Mejía en el poder, iba a ser «del pueblo y para el pueblo», como reza el popular dicho, pero la cosa se constriñó a un grupito de envalentonados privilegiados, quienes sin querer, hicieron olvidar el sambenito de «comeoslos» que ellos mismos le habían endilgado a los del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), cuando gobernaban el país, con el ex presidente Leonel Fernández a la cabeza.

Y ahora que entre la opinión pública política corre la voz de que Mejía le hace campaña, con sus desaciertos, al candidato del PLD, el ex presidente Leonel Fernández debe estar «riéndose con la muela de atrás», al recordar la vez aquella, cuando a comienzos del gobierno de Hipólito, dijo que por elegir a ese candidato, la República «lloraría lágrimas de sangre.»

Así pues, a Mejía, Dios le dio la barba, pero sin quijada, (y si se la di, no ha sabido usarla), y el hombre no ha podido levantar, y lo poco que ha levantado ha sido, como cuando una chichigüa tiene poca cola, o está maltrecha.

La vicepresidenta de la República, doctora Milagros Ortiz Bosch, ha pedido disculpas al país por las meteduras de pata que se han visto y sentido dentro de su Partido Revolucionario Dominicano y también, en el mismo gobierno.

El secretario del mismo PRD, y aspirante también al igual que Milagros, a la candidatura presidencial de su partido, doctor Rafael Suberví Bonilla, ha tenido que dejar de lado su estilo algo comedido frente a la conducta alborotada del Presidente Mejía, para «cantarle» algunas cosas que consideran él, y otros compañeros de partido, que son buenas verdades.

Voces sensatas que hacen vida dentro del PRD, le han pedido al Presidente Mejía que desista de su reelección, al tiempo que se dice y cada vez con más insistencia que en la Junta Central Electoral, tribunal que habrá de organizar, juzgar y decretar quién será el candidato presidencial ganador, en las elecciones del 16 de mayo, hay jueces que halan a favor de los intereses personales y de grupo del Presidente Mejía, con lo que ponen en medio de la opinión pública la posibilidad de que los resultados de esas elecciones puedan sufrir algún percance.

En los días finales de la campaña electoral de hace casi cuatro años, criticamos firmemente, el que adversarios de Mejía, en algunos de sus mítines proselitistas, le llevaran yerba insinuando que el candidato presidencial carecía de las necesarias luces intelectuales para dirigir el país.

Y hoy, criticamos también, con energía, las afirmaciones indignas de un presidente de un país, cuando públicamente quiso decirle homosexual a un ex Presidente de la República y llamó «vieja azarosa» a una ex funcionaria pública y dirigente política.

Una persona así, no merece ser Presidente de la República. Ni de ninguna otra institución en donde prevalezcan los buenos modales. Y el patriotismo.

Para la meditación de hoy: Ponte, mentalmente, frente a Dios. Inclina un poco la cabeza en señal de reverencia, y para que se avive en el centro de tu cabeza el cúmulo de energía que proviene justamente de la Divinidad. Y dile al Omnipotente, que despierte y avive en ti todos tus talentos para ayudarte tú y ayudar a los demás. Eso, luce medio tonto, pero es algo así como una tisana anímico espiritual, que avivará tus fuerzas, y acrecentará tu entusiasmo por la vida.

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