Región límbica

Región límbica

Somos una sociedad que funciona desde la región límbica paleo-cortical. Funcionamos controlados por nuestras emociones básicas como animales de la era paleontológica.

Hablamos muy bonito e invocamos a Dios (¡qué Dios te bendiga!) pero en la vida cotidiana a quien admiramos es al Diablo.

Cuando andamos realengos manejando por esas calles dominicanas perdemos la capacidad de reconocernos.

¡Sálvese quien pueda! Actuamos como seres ancestrales dominados por la corteza límbica, tal como actúan los animales sometidos al pánico de la selva.

Es lo que en psicopatología se le denomina el fight/flight syndrome (el síndrome de atacar o de huir).

En ese estado se pierde la conciencia colectiva sucumbiendo al terror de sobrevivir.

La vida se convierte en un estado de supervivencia bajo el perenne shock de tener que subsistir a como dé lugar.

Estamos controlados por el componente emotivo, no por el componente cognoscitivo, como si no hubiéramos evolucionado desde hace 500,000 años.

 No hemos desarrollado las circunvoluciones neo corticales cerebrales y, si a eso le añadimos que empleamos menos del 10% de nuestra capacidad cerebral, entonces no debemos sorprendernos de nuestra conducta de supervivencia.

 El miedo nos hace perder el concepto de comunidad.

Buscándonosla como toros en la sabana es nuestra consigna ante el desempleo, la falta de oportunidades, la desigualdad social, la distribución injusta de nuestras riquezas.

Alguien dijo que “si los animales pudieran reír estarían condenados a morir de risa observando a los seres humanos”. Si es a los dominicanos, entonces “pensarían” que somos ellos mismos.

 Observemos nuestra historia desde antes de la Primera República entre apagón va y apagón viene y sin ninguna experiencia de un prendión permanente.

 ¡Se nos fue la luz!  

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