LA PAZ. AFP. Las cortes electorales de cuatro regiones rebeldes de Bolivia debaten medidas para frenar el referendo revocatorio del 10 de agosto, de cuya legalidad dudan, mientras Evo Morales dijo que parar el proceso significaría un «golpe a la democracia».
El presidente de la Corte Electoral de Santa Cruz, Orlando Parada, cuya región encabeza la oposición al gobernante indígena, convocó a su ciudad, a 900 km al este de La Paz, a sus pares de otros departamentos para asumir posiciones comunes, informó este martes la emisora privada Erbol.
«Vamos a reunirnos para tomar una decisión en conjunto», afirmó Parada, quien espera que asistan a su cita delegados de las cortes de Beni, Pando y Tarija, regiones que se interrogan sobre la organización del referendo que, en cambio, es defendido por el gobierno y el oficialismo.
Las cortes consideran que la consulta, en la que el presidente, su vicepresidente y los nueve prefectos pondrán en juego sus cargos, carece de consistencia constitucional y temen que surjan diferentes interpretaciones de los resultados, basados en porcentajes y número de votos de la elección de 2005.
Las autoridades podrán ser revocadas de sus cargos si el voto en contra supera los porcentajes y números de sufragios de los pasados comicios, en los que el presidente se situó en 54% y los prefectos, principalmente los opositores, se ubicaron entre el 38% y el 48%. Las entidades electorales van a contramano de la decisión de la Corte Electoral.