Siete de la noche, hora pautada, y ya el salón El Canciller del hotel El Embajador evidenciaba una armoniosa congregación de personalidades gubernamentales, diplomáticas, empresariales y relacionados que llegaron a compartir junto a la embajadora de Suiza, Line Marie León-Pernet, los 724 años de la Confederación Helvética celebrados este pasado primero de agosto.

Desde muy temprano, en la línea de recibo, la embajadora junto a su esposo José León-Pernet, estrecharon la mano a cada uno de los convidados desde el momento de llegada, a quienes invitaban disfrutar de un encuentro cargado de fraternidad.

De Suiza había mucho que contar, mas un dato importante que resaltó es la particularidad de sus ciudadanos, provenientes de cuatro regiones lingüísticas con marcadas diferencias culturales, decidieron unirse para vivir en paz al margen de los feudos de los grandes imperios que se disputaban en ese entonces el dominio de las tierras europeas. Esta herencia histórica influyó en la denominada “democracia directa que resulta ser un sistema político único”, razón de que su ciudadanía tenga más poder político y responsabilidad que ninguna otra en el mundo.

A la vista, la ocasión era especial. Esa noche la embajadora, siempre caracterizada por una afable sonrisa, lució un vistoso vestido púrpura con el que felizmente posó para la cámara de Rostros.

Al pronunciar su discurso, destacó el desarrollo paulatino de casi un 25 % de las exportaciones dominicanas hacia Suiza en el 2014, así como también las relaciones comerciales en conjunto con la Cámara de Comercio y Turismo Dominico-Suiza, demostrando un robusto dinamismo.