Todas las campañas políticas son sucias; a veces llegan a ser asquerosas. A menudo se organizan trampas publicitarias, se inventan acusaciones contra candidatos o dirigentes de los partidos. Debe quedar claro que unas son más sucias que otras.
Lo ideal es que no sean sucias; pero no es fácil lograrlo, pues la mayor parte de los activistas de campaña están habituados a chapotear en lodazales. No hay manera de evitar que salgan a flote los trapos cochambrosos de la conducta de este o aquel funcionario.
Sin embargo, por debajo del empeño en arrojar basura como si fuese confetti, prevalece el deseo de que todo termine bien y volvamos a la normalidad.
La reciente declaración del exgeneral Pedro Candelier añade a la suciedad la amenaza de violencia. Ha dicho: habrá que reventar mucha gente en la RD si se pretende comprar los votos el día de las elecciones. A estas palabras contestó Ramón Blanco Fernández: si intenta crear algún desorden o arrancar cabezas durante las elecciones, quien perderá la cabeza será él.
Candelier pasó 10 años trabajando en la frontera dominico-haitiana; fue candidato presidencial por el Partido Alianza Popular; Blanco Fernández ha sido Secretario de Estado de lo Interior y Policía. Dos hombres maduros, con experiencia política, nos hablan de reventar gente, o perder la cabeza.
En las elecciones presidenciales de la RD suele haber amenazas de violencia, en mayor o menor grado. Es deseable que no las haya o bajen de tono, para no ver en el suelo ninguna cabeza humana.
Si observamos con atención los datos de las últimas encuestas, comprobaremos varios asuntos fundamentales. Primero, el 82% de los votantes tiene hecha su decisión; según Gallup ese elevado porcentaje dice: no cambiará. En las tres demarcaciones con mayor número de electores las cifras son: Distrito Nacional: PRD, 49.5; PLD, 44.9; Santiago: PRD, 47.5; PLD, 46.8; San Cristóbal: PRD, 34.0; PLD, 64.3; Santo Domingo: PRD, 43.3; PLD, 51.6.
Las tasas de rechazo alcanzan: Medina, 26.4%; Mejía, 41.7%; las mujeres son atraídas por la candidatura de la Primera Dama; las estimaciones totales: PLD, 50.6%; PRD, 44.6%. Danilo Medina prefirió permanecer en el Partido y salir del Palacio; podría, con poco esfuerzo, volver a entrar en él.