El regreso a clases en las escuelas, colegios y universidades del país dependerá por el resto de la semana de la trayectoria que siga la tormenta tropical Hanna y de los efectos que cause sobre el territorio nacional. También de los fenómenos Ike y Josephine, que desde el martes avanzan al oeste por aguas del océano Atlántico.
Así lo informaron ayer, por separado, la secretaría de Educación y la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), mientras que las demás instituciones educativas privadas dicen que se mantendrán alertas a las condiciones del tiempo para de ahí determinar si continuará o no la suspensión de la docencia.
A la tarde de ayer, sólo tres planteles públicos eran utilizados como albergue: en Dajabón, la escuela Mariano Cestero del sector de mismo nombre albergaba a 49 personas, mientras que en Sánchez Ramírez 25 personas eran refugiadas en los recintos de la escuela básica y del liceo intermedio de Cotuí.
En ese orden, el director del programa de Gestión de Riesgos de la secretaría de Educación, Fausto Estévez, recomendó a los directores regionales y distritales acatar el llamado de suspensión de docencia, y a integrarse a los comités de emergencia en sus respectivas provincias para garantizar que las escuelas sean utilizados como albergue como último recurso.