Hoy 
Miles de personas que durante la Semana Santa llenaron playas, balnearios y montañas de las provincias del Sur retornaron ayer a la capital pero se llevaron consigo el mayor anhelo de los residentes de estos lugares: que un día, no lejano, llegue el desarrollo a la región.
El ingeniero José Antonio Noboa, director de Obras Públicas del Ayuntamiento de Azua, destacó la gran cantidad de personas que abarrotó la playa de Monte Río, pero mostró preocupación por el abandono de la localidad por parte de las autoridades nacionales.
Explicó que en Azua existen más de 20 playa pero que por su abandono apenas una funciona. Y eso es gracias al trabajo realizado por la comunidad que, sin la ayuda oficial, acondicionó a Monte Río para que en esta Semana Santa los visitantes disfrutaran de sus aguas cálidas y del sol.
Fue tanta la multitud que acudió a esta playa que hasta la Fundación Cruz Jiminián de la Capital, dirigida por la doctora Aimé Merán, mantuvo un operativo médico, con una ambulancia que estuvo en la zona durante tres días.
En la playa Salinas, de Baní, en cambio, la afluencia de personas fue muy inferior a años anteriores, lo mismo que en el balneario del río Nizao, este último abandonado luego de las tormentas Olga y Noel.
El síndico Nelson Camilo Landestoy (Chacho) atribuyó la baja asistencia a los lugares mencionados a que la economía se ha precipitado en los últimos meses como consecuencia de la crisis económica.
Precisó que la mayoría de las familias de Baní viven de las remesas, las que aseguró han caído en más de un 50 por ciento este año. El comerciante Felipe Zapata, residente en Matanzas, deploró el desplome de las ventas en todos los productos.
Al caer la tarde, el mayor Pérez Paulino, director de la Defensa Civil en San Cristóbal; y César Ramírez montaron una operación en toda la zona para garantizar el regreso sin mayores problemas de miles de personas que acudieron al Sur.
Desde las 2:00 de la tarde comenzaron los carreteos de control desde Baní hasta la Capital.
En la zona Este
Miles de vacacionistas retornaron ayer a sus hogares bajo estrictas medidas de seguridad y los denominados carreteos, tras disfrutar de las playas y balnearios de la zona Este del país, donde ninguna persona perdió la vida pero se reportaron decenas de intoxicaciones alcohólicas, picaduras de erizos y aguas vivas, así como niños extraviados.
Durante todo el día las autoridades de AMET y de la Policía Nacional incrementaron sus acciones preventivas, arrestando a cientos de motociclistas que transitaban sin casco protector o con más de un pasajero.
A la largo de toda la autopista de Las Américas y en la Autovía del Este se observó un amplio dispositivo de seguridad, dirigido de manera personal por el director de la AMET, general Rafael Bencosme Candelier, quien felicitó a los ciudadanos por el buen comportamiento exhibido durante los carreteos, que fueron iniciados a las 2:30 de la tarde.
El director de la AMET agradeció, además, la comprensión de toda la población ante las medidas adoptadas por ese organismos con la finalidad de preservar vidas. Lamentó, empero, que a pesar del gran esfuerzo se registraran muertes en accidentes de tránsito.
Tanto la AMET como la Policía Nacional actuaron de manera coordinada con el Centro de Operaciones de Emergencias (COE).
Los reportes suministrados por las autoridades indican que en las playas de la zona Este, el Domingo de Resurrección transcurrió sin mayores contratiempos y sin la ocurrencia hechos lamentables.
Las claves
1. En Santiago
Las principales paradas de autobuses que funcionan en esta ciudad fueron los puntos de encuentro -y posterior salida final- de los viajeros que se marcharon hacia los a diferentes pueblos de Santiago, la Costa Norte, el Nordeste y la Línea Noroeste.
2. Autoridades presentes
El jefe de la Policía, Rafael Guillermo Guzmán, en coordinación con los directores de AMET, Rafael Bencosme Candelier, y de la Defensa Civil, Luis Luna Paulino, encabezaron los operativos de la Semana Santa Reivindicativa, tal como se llamó este año.
