EFE
REPORTAJE
El reguetón, género musical que nació en los sectores más marginados y pobres de Puerto Rico con influencias caribeñas y sonidos electrónicos europeos, lleva ya más de veinte años haciendo retorcer las caderas y glúteos de jóvenes de todo el mundo con su agitado ritmo, conocido como “dembow”.
“El reguetón nació en Puerto Rico con influencias de Jamaica, Panamá, Nueva York y los sonidos electrónicos de Europa”, afirmó a Efe Daddy Yankee, uno de los pilares del movimiento urbano.
Daddy Yankee, autoproclamado “jefe” del reguetón, empezó grabando casetes a principios de la década de los 90 junto a DJ Playero en el residencial público (barriada popular) Villa Kennedy, en San Juan. Por aquellos tiempos a este tipo de música se la conocía como “underground”, ya que la temática de las canciones siempre hacía referencias al sexo y a la violencia callejera.
Fue en su versión de “Playero 34”, según recuerda Yankee, en la que el músico introdujo por primera vez el término de “reguetón”, aunque hay otras figuras, como DJ Nelson -otro de los pilares del género-, que también se adueñan del nombre.

DJ Nelson asegura que la idea surgió cuando, al terminar un disco, no sabía si titularlo “Maratón del reggae” o “Reggae maratón” y finalmente decidió unir ambas palabras.
“El punto de partida de la creación es lo más importante y yo fui parte de la fundación.
Panamá dio regué en español, que no es lo mismo que reguetón. Notas la diferencia musical, que es muy marcada”, indicó Daddy Yankee.
El rap como base. Antes de Daddy Yankee, sus compatriotas Rubén DJ, Vico C, Brewley MC, Lisa M, Big Boy y el grupo Kid Power Posse dieron vida a lo que hoy se conoce como género urbano, hacia finales de la década de los ochenta y principios de los noventa. Se trataba de rap, un estilo musical que surgió de las calles y suburbios de los Estados Unidos.

Rubén DJ produjo su primer disco “La Escuela” junto a DJ Joel en 1989, año en que Vico C también lanzó al mercado su primera producción, un casete de cuatro canciones: “La recta final”, “Gusto, sexo y consecuencias”, “Viernes 13” y “El amor existe”. Todos ellos de rap.

En los siguientes años, Vico C continuó acaparando los mercados y llevando su estilo único de componer con canciones como “El Filósofo”, “Tony Presidio”, “I like it”, “Explosión”, “Saboréalo” y “Blanca”, que interpretó junto a la orquesta de merengue del dominicano Jossie Esteban y La patrulla 15.

Así, Vico C, conocido también como “El filósofo del rap”, se consagraba como el mayor intérprete de la música urbana en Puerto Rico y Latinoamérica, y además se convirtió en el primer rapero puertorriqueño de renombre en atravesar el Atlántico y presentarse en España.

De esta forma comenzó una nueva etapa en el género, con las publicaciones de discos como “The Noise” y “Playero”, en los que se podían escuchar las voces de cantantes como Baby Ranks, Ivy Queen, Notty Boy, Baby Rasta y Gringo en el primero, y Yankee, Maicol, Manuel, Rey Pirín, Chezina, Alberto Stylee y el fenecido Mexicano en el segundo.

Las producciones de “The Noise”, encabezadas por DJ Negro y DJ Nelson, así como las de “Playero” y “Canadá”, y la irrupción en el mercado de otros productores como Black, Goldy, Chiclín, Stéfano, Crane, Dicky y Adam siguieron ayudando para llevar el género urbano a un nuevo nivel e, incluso, llegar a conquistar el mercado latinoamericano.
Para Daddy Yankee existen varios factores del éxito que he logrado durante más de dos décadas de carrera: “Entendiendo que nunca hay que perder la pasión por la música, también hay que identificar los cambios de clima musicales, ser un agente de cambio musical y tener disciplina, perseverancia y dedicación, pues no sólo con talento se logra el éxito. El reguetón es mi vida. Cambió mi existencia y la de muchos amigos míos”, dijo Daddy.