Regulación de fuegos artificiales y restricción de bebidas alcohólicas

Regulación de fuegos artificiales y restricción de bebidas alcohólicas

En la República Dominicana cada Navidad se convertía en una tragedia para muchas familias como consecuencia del uso indiscriminado de los llamados fuegos artificiales, que producían quemaduras, mutilaciones, pérdida de ojos y ceguera, hasta muertes.
Al pasar balance en el ámbito de la salud, al terminar las fiestas navideñas, un renglón importante era el tema de las quemaduras por el uso de productos pirotécnicos. Los hospitales infantiles, ya que los niños eran los mayormente afectados, daban sus reportes: Hospital Dr. Robert Reid Cabral y Dr. Arturo Grullón; la Unidad de Quemados del hospital Dr. Luis E. Aybar, todos con resultados lamentables.
Proliferaban por doquier las fábricas clandestinas, desde luego sin ningún tipo de regulación; mesas improvisadas de ventas al granel en innumerables calles de las ciudades, porque era tiempo de “hacer su agosto en diciembre”, dejando una estela de lesionados.
Se levantaron voces llamando la atención sobre la necesidad de prohibir o regular el uso de los fuegos artificiales, que parara esa carnicería humana.
Recuerdo que el Matutino El Día, encabezado por su productor, el prestigioso periodista Huchi Lora, hizo suya esa lucha, a la cual se fueron sumando otras personalidades e instituciones. Pasó el tiempo hasta que fue aprobada y promulgada la ley 340-09. Resultados: desde el 2011 no hemos vuelto a tener hechos lamentables en este aspecto, no existe una sola fábrica clandestina de productos pirotécnicos y, desde luego, nadie ve vendiendo fuegos artificiales en ningún lado. Pero sí observamos los espectáculos preciosos de fuegos artificiales llevados a cabo por empresas con experiencia en dicho manejo y bajo los estándares establecidos por la ley ¡Esta no tiene periodo de gracia!
Surge una pregunta obligada ¿Por qué no se puede hacer lo mismo respecto de las bebidas alcohólicas? Cada año una de las tareas de los organismos de protección social y el sector salud es ver las estadísticas de los accidentes de tránsito, los días 26 de diciembre y 2 de enero estamos contando, como nos fue en el Operativo Navidad X.
Lo relativo a accidentes de tránsito es una epidemia nacional, ocupando nuestro país récord a escala mundial. Es la primera causa de muerte entre los 15 a 45 años, pero desde luego causa de principalía en discapacidad. Ataca la población económicamente activa. Deja secuelas de huérfanos, viudas (mueren más hombres), pérdidas materiales, etc.
Desde el punto de vista económico las pérdidas, calculando los años de vida productiva perdidos, se estiman en unos 50 mil millones de pesos dominicanos. Una verdadera tragedia nacional.
Aquí no tratamos otros aspectos relacionados con las bebidas alcohólicas como la violencia intrafamiliar, disfunción familiar, inicio a otras drogas psicoactivas, alcoholismo, problemas laborales, etc.
Una de las medidas más aceptada por la población, especialmente madres y padres, fue la disposición administrativa de Interior y Policía restringiendo el horario a la venta de bebidas alcohólicas. Esto se queda corto en términos de control y regulación al respecto, pero que es algo para comenzar.
¡Paradoja de la vida! Resulta que en la época que más se necesita de las regulaciones y control del uso y abuso de bebidas alcohólicas, Semana Santa y Navidad, Interior y Policía levanta las restricciones: “rumba abierta para beber”. Después vienen las lamentaciones, el fracaso del Operativo Navidad X.
¿Por qué no aprendemos de la ley 340-09 sus resultados, y hacemos lo mismo con las bebidas alcohólicas, ampliando el control y regulaciones, sin período de gracia? ¿Qué lo impide?

Publicaciones Relacionadas

Más leídas