Reguladores pasan factura a los bancos, luego de crisis financiera

Reguladores pasan factura a los bancos, luego de crisis financiera

Después de la crisis financiera del 2008, la industria bancaria inicialmente actuó como un personaje de dibujos animados que se dispara al borde del abismo a alta velocidad y que sigue adelante hasta finalmente caer. Cinco años más tarde, está tendido en el suelo, y nunca se le permitirá repetir sus formas de ritmo rápido.

En ambos lados del Atlántico a las autoridades les ha tomado mucho tiempo hacer frente a algunos de los problemas profundamente arraigados que contribuyeron con la crisis. Pero ahora lo están haciendo, a pesar de todas las legislaciones y protestas. Algunos banqueros han ido a la cárcel, pero la industria está siendo disciplinada.

Los últimos días tuvimos dos anuncios que chocan con las distorsiones causadas a la banca por el crédito barato y la subvaloración del riesgo en décadas pasadas.

Uno de los anuncios fue la decision de la Reserva Federal de Estados Unidos (EEUU) de implementar las normativas de capital Basilea III, y agregar medidas adicionales. El otro fue el ataque de la Comisión Europea sobre cómo los bancos comercian los derivados de crédito.

Estas medidas suenan técnicas, y carecen del atractivo populista de los esfuerzos de la Unión Europea para limitar los bonos o gravar un impuesto sobre las transacciones financieras. Sin embargo, ambas tendrán efectos fundamentales sobre cómo los bancos operan, y la probabilidad que existe de que fallen de nuevo en una crisis. Ellos harán que la banca sea no sólo menos rentable, sino también menos volátil.

Es notable que, tanto para los requerimientos de capital de los bancos como para el movimiento de los derivados que son negociados fuera de la bolsa entre los bancos para comerciar en bolsas y liquidar dentro de las cámaras de compensación, la acción de retaguardia de la industria ha fracasado. Las reformas que son impuestas después de periodos de consulta y revisión son sólo modestamente cambiadas a partir de las propuestas originales.

Jamie Dimon, presidente y director ejecutivo del JPMorgan Chase, una vez describió a Basilea III como antiamericana, pero la Fed ha tomado el enfoque suizo de sumar a sus penalidades, antes que restar. Gary Gensler, presidente de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas, ha presionado enérgicamente las reformas de derivados de EEUU a pesar de las demandas.

La Unión Europea (UE) ha aprobado leyes que implementarán cambios similares para el comercio de permutas, haciéndolo más transparente y más seguro empujando el comercio a través de cámaras de compensación.

La acción antimonopolio de la Comisión Europea contra los bancos de inversión que lucharon contra las incursiones de permutas en su mercado extrabursátil, concuerda con esto.

Tales iniciativas conducen a una de las mayores debilidades expuestas por la crisis del 2008, el comercio extrabursátil de CDS sin una adecuada amortiguación de capital contribuyó casi al colapso de AIG. En términos más generales, los bancos mantenían muy poco capital para los riesgos que inconscientemente estaban tomando, como muchos descubrieron.

La tarea principal después del 2008 era remediar esto, y es bienvenido el hecho de que las reformas ahora se estén llevando a cabo. A pesar del temor de Gensler de que otros países explotarán sus reformas atrayendo a los comerciantes a lugares menos regulados, EEUUU y Europa se han adaptado entre sí. Europa queda atrás de EEUU en la reforma de permutas, pero está en el mismo camino.

Tome el mercado en CDS que se desarrolló en los años 90 como un medio para los bancos compensar el riesgo de crédito, y el cual es el objetivo de la acción antimonopolio. Hasta hace poco, el control de los bancos del mercado implicaba que los tratos fueran acordados privadamente y a menudo no tenían que constituir una garantía en efectivo, como los comerciantes de permutas debían hacer en las transacciones públicas.

Si “Megabank” había estado llevando a cabo muchas negociaciones con ABC Corporation y estaba cerca de su límite de crédito, este podría limpiar su balance general suscribiendo una permuta con “Minorbank”. Minorbank asumiría el riesgo existente con ABC por un fuerte honorario, y Megabank podría seguir como antes. El costo de la permuta sería alto, pero pagaría por sí mismo mediante la liberación de capital.

Hasta el 2008 este funcionó muy bien para todo el mundo. A ABC se le siguió asignando el crédito barato, mientras los comerciantes del Minorbank recibían bonos al final del año de las tasas de las permutas (y más tarde retornaban el favor a sus compañeros del Megabank). Los bancos repartían su exceso de ganancias del crédito subvalorado entre los accionistas, clientes y comerciantes.

Pero luego corrieron al abismo.  En el nuevo mundo de más altos cargos de capital, compensación central, futuros comerciados en la bolsa y una medida enérgica frente a cualquier cosa que  haga coludir los grandes bancos, las cosas son más difíciles. Los bancos necesitarán poner de lado más capital contra los acuerdos y no pueden obtener ingresos igualmente jugosos.

Por la salud y durabilidad del sistema, eso es un beneficio considerable. El hecho de que los comerciantes hayan pasado negociaciones a través de las cámaras de compensación y un margen posterior hace menos posible que se repita el fracaso de AIG. Si los bancos mantienen más capital, los contribuyentes no necesitarán rescatarlos.

Esto no es gratis. Joaquín Almunia, comisionado de competencia de la U.E., está en lo correcto al decir que la negociación de las permutas en la bolsa podría ser más barata para los inversionistas que en el mercado extrabursátil de los bancos, todo lo demás sería igual. Mientras se vuelve más caro para los bancos concertar acuerdos para las permutas, no obstante, ellos inevitablemente pasarán algunos de estos costos regulativos a sus clientes.

“Un producto que un banco debería personalizar y que fuera casi gratis, se está volviendo estandarizado y muy caro”, dice Will Rhode, director de ingresos fijos del Tabb Group, una consultora. Los volúmenes de CDS han bajado fuertemente a medida que los bancos se vuelven más distribuidores de permutas.

Este es el precio que pagan la sociedad y el sistema financiero por aminorar los riesgos y promover la estabilidad. Nunca iba a ser tan fácil reformar los malos hábitos bancarios adquiridos durante décadas, pero varios años después de la crisis, los bancos están enfrentando el inevitable ajuste de cuentas.

Las frases

1.  Medidas

En ambos lados del Atlántico a las autoridades les ha tomado mucho tiempo hacer frente a algunos de los problemas profundamente arraigados que contribuyeron con la crisis financiara.

2.  Fed

Uno de los anuncios fue la decision de la Reserva Federal de Estados Unidos (EEUU) de implementar las normativas de capital Basilea III, y agregar medidas adicionales.

3.  Comisión Europea

El otro fue el ataque de la CE  sobre cómo los bancos comercian los derivados de crédito.

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