Reguladores reaceptan a banca bonos híbridos, deuda y acciones

Reguladores reaceptan a banca bonos híbridos, deuda y acciones

Los bancos están emitiendo bonos que tienen características de deuda y acciones, dicen Anousha Sakoui, Jennifer Hughes y Patrick Jenkins.

Cuando los bancos empezaron a reparar sus estados financieros después de la crisis financiera, ellos estaban ante dos desafíos: no sólo la gran cantidad de trabajo que tuvieron que hacer, sino también que una parte de las herramientas más utiles que necesitaban no eran aprobadas por los reguladores.

Esas herramientas  llamadas bonos híbridos, con características de deuda y acciones  están de regreso. HSBC, UniCredit y más recientemente Credit Suisse han emitido híbridos como señal de que, aunque sea temporalmente, las preocupaciones regulativas se están aliviando.

Los híbridos son en esencia bonos con características agregadas, como dar al prestatario el derecho de no redimirlos en una fecha específica y para retener o saltarse los pagos de interés bajo ciertas condiciones.

A los inversionistas, especialmente a largo plazo como los aseguradores, les gustan por su naturaleza a largo plazo y los cupones más altos que ofrecen compensar los riesgos extra implicados en tenerlos. Desde que los reguladores le han permitido contar para el capital regulativo, su atractivo para los emisores es que parecen capital relativamente barato.

Sin embargo, durante la crisis los bonos híbridos llegaron a ser desacreditados porque los bancos estaban reacios a producir las características extra que aumentarían su capital por el temor de molestar a los grandes inversionistas quienes, en algunos casos, amenazaron con boicotear recaudaciones futuras de esos bancos.

Los inversionistas no cumplieron con sus amenazas, pero los reguladores tomaron nota. En diciembre, el Comité de Supervision Bancaria de Basilea señaló el fin de la precrisis estructural, diciendo que éstos serían eliminados progresivamente.

Hasta hace poco, el resultado fue una congelación efectiva del mercado, con los emisores atascados en un limbo regulativo sabiendo lo que no estaba permitido pero sin estar seguros sobre lo que quizás seria permisible en el futuro. El pensamiento adicional de Basilea en el tema, incluye estructuras más radicales conocidas como «capital contingente», que será anunciada mas adelante este año.

«Los bancos están inestables porque los reguladores todavía tratan de conseguir retroalimentacion de los inversionistas, valorando agencias y otros partidos en una estructura de tier one [o capital de nivel 1] que tiene sentido para el futuro,» dice Richard Thomson, analista de crédito en Henderson Global Inverstors.

«Los reguladores desean que los bonos tengan características de absorción de pérdida pero si hacen estas características demasiado duras entonces muchos inversionistas de crédito no los comprarán, ya sea por restricciones mandatorias o debido a la baja recompensa tomado en cuenta el riesgo.

Los bonos emitidos durante los últimos meses representa sin embargo un grado de compromiso de parte de los reguladores de país a país. Aunque nada haya sido dicho oficialmente, los participantes del mercado no creen que los bancos hayan seguido sin por lo menos algún nivel de aprobación de su supervisor.

Los tres tratos recientes han sido bien recibidos por los inversionistas. La oferta de Credit Suisse, por ejemplo, atrajo apuestas sobrevaloradas en siete veces mas que el papel que planeó ofrecer, lo que le permitio pedir prestado más y reducir el tipo de interés que pagaría.

Douglas Flint, el director financiero de HSBC, que vendió $3.8mm de bonos tier 1, dijo que sintió que era el momento adecuado para lanzar una emison de híbridos porque despues de meses de incertidumbre la demanda de los inversionistas había regresado. «Los inversionistas comenzaron a distinguir entre los emisores,» dice.

Agrega, que de otro modo nadie habría emitido algún papel híbrido hasta que las reglas regulativas fueran clarificadas.

Aunque no haya habido confirmación formal de Basilea que el estos híbridos serán «apadrinados» – tratados como si hubieran existido antes que el anuncio de Basilea en diciembre – los bancos emisores han hecho los esfuerzos de cambiar los términos de estos en previsión de reglas más restrictivas.  

Por ejemplo, parte de las nuevas emisiones lleva una opción de la llamada, para que los bancos puedan recomprar los bonos a la par si encuentran que las emisiones no cumplen con las nuevas reglas. .

Sandeep Agarwal del Credit Suisse cree que el mercado continuará veiendo estos bonos híbridos «al estilo antiguo» hasta que requisitos regulativos sean más claros.

Las claves

1.  Que son los híbridos

Los híbridos son en esencia bonos con características agregadas, como dar al prestatario el derecho de no redimirlos en una fecha específica y para retener o saltarse los pagos de interés bajo ciertas condiciones.

2.  Beneficios de híbridos

 Desde que los reguladores le han permitido contar para el capital regulativo, su atractivo para los emisores es que parecen capital relativamente barato. Sin embargo, durante la crisis los bonos híbridos llegaron a ser desacreditados.

Clima hostil provoca llamamientos duros para  bancos

Megan Murphy y Francesco Guerrera

Cuando Oswald Grübel, el director ejecutivo de UBS, develó resultados mejorados para la banca suiza la semana pasada, él bromeó sobre la pregunta que se hacían muchos analistas de si los resultados fueron aumentados por negociaciones por cuenta propia. Fue una oportuno señal de asentimiento a cuán lucrativos fueron alguna vez las mesas de negociación por cuenta propia.

 «En esto, desafortunadamente, tengo que decepcionarles.. Nosotros todavía no somos tan buenos en operaciones por cuenta propia,» dijo Grübel sarcásticamente. Sin embargo, en los emocionantes días antes de la crisis financiera usara el dinero de los bancos para hacer grandes apuestas en los movimientos del mercado y en los precios de los valores permitió que los corredores internos de propiedad generaran una gran tajada de ingresos.

Estas mesas de negociación por cuenta propia ahora tienen que vivir en un nuevo mundo post-crisis con una regulación más dura. Muchos corredores estrella a través de Wall Street y la City de Londres votan con los pies, fugándose hacia los fondos de cobertura en una campaña que reducirá bruscamente las actividades más arriesgadas los de bancos. Y los grupos financieros confrontan maneras de salvar algunas de sus operaciones por cuenta propia.

 “Por cada acción regulativa, existe una reacción opuesta equitativa de los bancos”, dice un renombrado abogado de servicios de prestamos financieros. “El comportamiento de alto riesgo no se va, sencillamente cambia de lugar”.

Bajo la llamada «regla de Volcker» adoptada como parte de la reforma de la legislación financiera Dodd-Frank convertida en ley el mes pasado por el Presidente Barack Obama, los bancos federalmente-asegurados serán impedidos de especular con su propio dinero, con ciertas excepciones clave. Asociado con restricciones globales más ajustadas para negociar riesgos procedentes del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, el clima hostil hacia estas mesas ya ha incitado alejamiento de los fondos de inversión de los bancos incluyendo Goldman Sachs, el  Deutsche Bank y BNP Paribas.

En algunos casos, como la salida reciente de Pablo Calderini, anterior director del Deutsche Bank de la equidad de operaciones por cuenta propia, las salidas vienen cuando las instituciones buscan cerrar «puras» mesas de negociación, que comercian exclusivamente para su propia cuenta, antes que la de los clientes. El banco de inversión Deutsche, por ejemplo, cortó la cantidad de capital disponible para la equidad en negociaciones por cuenta propia por un 90% después de la crisis y clausuró todas sus mesas de negociación al mismo tiempo.

 En Europa las mesas de negociación por cuenta propia son históricamente responsables de una proporción menor de ingresos – tan poco como el 1-2 % en bancos como Barclays, UBS y Credit Suisse – de acuerdo a la mayoría de los analistas.

Barclays Capital, el ramo de banca de inversión de Barclays ampliamente percibido como más cómodo ante el riesgo que sus rivales, ha dicho repetidamente que las cuentas puras de negociación propias son responsables de una minúscula parte de las ganancias.

Algunos analistas han sugerido que los grupos financieros internacionales podrían optar por trasladar sus equipos de negociaciones a Londres para evitar las restricciones de Volcker, aunque los requisitos de capital más altos bajo Basilea complicarían esos planes, forzando a los bancos a apartar cantidades más grandes de capital actividades más arriesgadas, dondequiera que ellos se sitúen. E.U. dice no tener prisa para decidir el destino de sus propias mesas de negociación, notando que las nuevas reglas les dan por lo menos dos años para abandonar esas actividades.

Sin embargo, muchos ya se mueven tras bastidores para recolocar a sus mejores negociadores, precisamente porque ellos no desean que sucumban al atractivo de los fondos de inversiones y otras instituciones que escaparán a la nueva legislación. 

Zoom

Las opciones

 Los bancos podrían optar por mover las mesas de negociación por cuenta propia dentro de sus operaciones internas de activos y requerirles que recauden fondos de terceros.

Ventajas

Esta alternativa tiene la ventaja de colocar a los corredores en un entorno similar al de  las mesas de negociación por cuenta propia al permitir al banco ganar honorarios por su trabajo.

(Editado por Hoy).
VERSIÓN AL ESPAÑOL DE MARIA DEL CARMEN MARTÍNEZ

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