Regular un mercado de 60,000 millones de dólares garantizando una lícita competencia para la obtención de mejor calidad de los productos a mejores precios para los ciudadanos es el objetivo cardinal de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (Pro-Competencia), afirmó su presidenta, Michelle Cohen.
La funcionaria significó que las acciones de Pro-Competencia regulan todos los sectores y mercados de bienes y servicios, en los que, al cambiarse las reglas en favor de la transparencia en la comercialización, se generan algunos niveles de resistencia.
Tras señalar que ciertamente las decisiones no gustarán a todos, Cohen expresó que el objetivo es que los actores y agentes económicos cumplan la Ley de Competencia para que no lleguen a ser sancionados.
Al hablar con periodistas Cohen dijo que los miembros de la Comisión están facultados por la ley para actuar como tribunal y tomar decisiones que no gustarán a todos. Sin embargo, significó que «no estamos llamados a ser un organismo latigador», sino que, por el contrario, a promover el cumplimiento de la normativa legal en beneficio de los agentes económicos y consumidores.