Doña Mary Pérez de Marranzini, fundadora y presidenta de la Junta Directiva de la Asociación Dominicana de Rehabilitación (ADR), celebró con una eucaristía las bodas de oro de esa institución.
La misa de acción de gracias fue oficiada por monseñor Amancio Escapa, obispo auxiliar de Santo Domingo, en la Catedral Primada de América a la que asistió la primera dama de la República, Cándida Montilla de Medina.
Luego de la eucaristía, en la que Celso Marranzini, hijo y motivo de doña Mary, leyera el Evangelio, niños con Síndrome de Down y miembros de la directiva de ADR entregaron las ofrendas a Dios en el altar.
En su discurso, doña Mary sorprendió a todos los que estamos acostumbrados a escucharla, ya en esta ocasión no habló de la parte monetaria que tiene que ver con institución, de la que por tradición ella -de manera minuciosa- daba cada detalle.
Como siempre, ella, mujer católica y muy devota, dio las gracias a Dios por arribar al 50 aniversario de la ADR y también al empresariado y a la sociedad dominicana por el apoyo recibido durante tantos años.
“Quiero agradecer profundamente a los cientos de dominicanos que han contribuido, de una manera u otra, para que hoy contemos con 27 filiales que brindan servicios desde la estimulación temprana hasta la inserción laboral de nuestros usuarios” dijo doña Mary.
Asimismo, destacó que la solidaridad con las personas con discapacidad, para ayudarlas a salvar barreras, es un valor que debe mantenerse vivo en nuestra sociedad, para continuar dando pasos hacia la igualdad de oportunidades para esta población en el país.

Escrito por: Caroll Mueses
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