Rehabilitación

Rehabilitación

La historia de los servicios sociales en la República Dominicana tiene reservado un sitial especial para la Asociación Dominicana de Rehabilitación, una entidad nacida un día como hoy de 1963, cuando la poliomielitis hacía estragos en nuestra población infantil.

Su nacimiento fue un paso decisivo en la materialización de ideales que un grupo de hombres y mujeres con vocación de servicio atesoraba desde 1959.

Para esos tiempos, la rehabilitación de las facultades motoras de las personas con limitaciones estaba reservada a quienes podían costear estos servicios especializados.

La poliomielitis, que para entonces azotaba con frecuencia a Latinoamérica, provocó en nuestro país mucha discapacidad, y muerte en el peor de los casos, particularmente en la población infantil. La necesidad de socializar los servicios de rehabilitación dio lugar al nacimiento de esta asociación.

Sin embargo, la Asociación Dominicana de Rehabilitación se ha manejado con precariedades financieras que le han impedido expandir sus programas y crecer junto a la demanda de servicio. La mano del Estado debería ser más justa y generosa para con esta gran obra de servicio.

Nuestras congratulaciones a todos y cada uno de los que han hecho y hacen posible tantas huellas de solidaridad y amor.

De mal gusto

Los actores del  circo político están empeñados ahora en servir al país el triste espectáculo de las imputaciones mutuas en materias que rozan lo moral, lo ético, lo legal y lo legítimo.

La contratación de créditos que no pasaron por el cedazo del Congreso, en operaciones que involucran a una misma firma extranjera salpica los ejercicios gubernamentales de los dos principales partidos políticos nacionales que se atribuyen mutuamente faltas éticas cuya gravedad sería interesante evaluar.

Es un ejercicio de intercambio de descalificaciones de muy mal gusto, sobre todo porque no parece encaminado a resarcir al país por daños y perjuicios éticos, morales y económicos que pudiesen estar implícitos en las operaciones sometidas a debate.

Sería de ilusos esperar que cualquiera de las partes en rivalidad se decidiera por colocar la pelota en la cancha de  Temis, y si alguno lo hiciere, de seguro que no sería en la de la diosa que lleva ese nombre en la mitología griega sino, tal vez, en la del décimo satélite de Saturno, bautizado con ese nombre por su descubridor, el astrónomo estadounidense William Henry Pickering.

Enhorabuena

El anuncio de un plan de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la recuperación del río Artibonito, de alto interés para la República Dominicana y Haití, ha llevado alegría y esperanza a Bánica y otras comunidades fronterizas que se surten de esta fuente.

El plan involucra un fondo de medio millón de dólares, gestionado por la ONU y que será aportado en su mayor parte por Canadá.

La recuperación de este río sería vital para las economías de Bánica y otros pueblos situados a ambos lados de la frontera, y una reserva para abastecimiento de agua a mayor escala.

 Se nos ocurre que hay necesidad de impulsar mejores niveles de vida en  otros  pueblos fronterizos, lo que  podría lograrse por medio de programas similares a este que impulsa la ONU.

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