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El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) trabaja en el diseño para rehabilitar los desagües de fondo de la presa de Valdesia y extraer el sedimento que se encuentra en su embalse con la finalidad de garantizar su funcionamiento pleno.
Como parte de esas labores, el organismo concluyó la medición del nivel de los sedimentos que se encuentran tanto en esa estructura como en la presa de Aguacate, ambas localizadas en el río Nizao. Los estudios iniciaron en julio pasado y concluyeron recientemente.
El director ejecutivo del INDRHI informó que esas mediciones, llamadas batimetrías, revelaron que en sus 27 años de operación el embalse de Valdesia ha reducido su capacidad total de almacenamiento en 48.83 millones de metros cúbicos, lo que representa el 26.25 por ciento de su capacidad inicial.
El ingeniero Frank Rodríguez dijo que tras conocer los niveles de sedimentación de Valdesia, están trabajando en un diseño definitivo para la rehabilitación de los desagües, que contemplará, además, la construcción de un desagüe de fondo adicional a los existentes para extraer sedimentos en grandes cantidades.
El funcionario informó que los trabajos de rehabilitación de la presa son preventivos, con los que se garantizará que esa obra continúe suministrando agua al acueducto de Santo Domingo y a los sistemas de riego Marcos A. Cabral y Nizao-Najayo, los que irrigan unas 200 mil tareas.
Las batimetrías
Rodríguez dijo que las batimetrías forman parte del Programa de Manejo de Cuencas y Zonas Costeras que ejecuta el INDRHI con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Expuso que un hallazgo del estudio fue que el ritmo de sedimentación anual de Valdesia se redujo significativamente tras la puesta en operación del complejo Jigüey – Aguacate.
“A la luz del estudio de batimetría del embalse de Valdesia en el año 1991, el ritmo anual de sedimentación era de 3.23 millones de metros cúbicos anuales. Con la puesta en operación de los embalses de Jigüey y Aguacate, en 1992, ese ritmo se ha reducido a sólo 0.0235 millones de metros cúbicos, lo cual indica que el impacto de la construcción de las presas Jigüey y Aguacate es enorme en el aumento de la vida útil de Valdesia”, explicó.
Respecto al embalse de Aguacate, dijo que éste ha reducido su capacidad de almacenamiento en 3.06 millones de metros cúbicos, cifra que representa el 71 por ciento de su capacidad inicial.
Precisó que esa situación está dentro de lo previsto porque esa presa se concibió con poca capacidad de almacenamiento, y que aunque será colmatada casi en su totalidad en poco tiempo, no se afectará su operación porque se diseñó como un salto hidroeléctrico.
Rodríguez dijo que la sedimentación provocada por la erosión y por eventos naturales, como huracanes, disminuye la capacidad de almacenamiento de las presas, por lo que ese organismo realiza batimetrías periódicas para determinar los niveles de sedimento en los embalses.
Recordó que la gran sedimentación de Valdesia se produjo en 1979, tras el paso del ciclón David.
Dijo que en el caso de las grandes presas la batimetría sirve para estimar el tiempo de vida útil que le resta y para planear las labores de mantenimiento y rehabilitación de los embalses.
El funcionario informó que en las batimetrías recién concluidas utilizaron modernos equipos adquiridos por la institución, entre ellos una eco-sonda, que emite una señal desde la superficie del embalse, la que al impacto con el sedimento regresa al equipo permitiendo medir la profundidad a la que éste se encuentra.
