SAN JOSE (AP) _ La crisis vivida en la embajada de Rusia en esta capital el viernes terminó tras unas tres horas y media con la entrega del joven Román Bogdanyants a las autoridades costarricenses. El sospechoso, de Kazajstán y de unos 20 años, salió la sede diplomática tras entregar el arma que tenía, confirmó a la AP el vocero del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Francisco Ruiz.

Junto al joven salió además otro ciudadano ruso que habría estado retenido por Bogdanyants, dijo Ruiz. El hombre no fue identificado de inmediato. El embajador ruso Valery Nikolayenko explicó a la prensa que ambos jóvenes habían iniciado una discusión entre ellos dentro de la sede diplomática .

Bogdanyants caminó con su rostro cubierto por una capa amarilla acompañado por varios oficiales. La televisión local transmitió en vivo el momento en que la policía lo trasladó hasta un vehículo rojo estacionado en las cercanías para llevarlo hasta las celdas del Segundo Circuito Judicial, para tomarle declaración.  Bogdanyants ingresó a Costa Rica en el 2005 y radicaba acá junto al resto de su familia.

Aunque en un principio se temía que el problema fuera una toma de rehenes, luego se comprobó que ese no era el caso, sobre todo por declaraciones del embajador ruso.

El diplomático explicó en declaraciones a Telenoticias de Canal 7, que ni él ni otros tres funcionarios que permanecían en la embajada corrían peligro ni estaban retenidos, sino que seguían allí para colaborar con las autoridades.  «Tenemos la libertad de salir, pero estamos al tanto de lo que pasa… ningún funcionario corre peligro’’, expresó.

Luego de la entrega del sospechoso, el diplomático resaltó al mismo medio que «ahora todo está tranquilo, porque ya esos dos sujetos salieron tranquilamente’’.

   Agregó que junto a la policía costarricense «estamos revisando el terreno, hay unos pequeños daños (en una puerta) pero lo importante es que todo salió sin violencia y todo el personal está bien’’.

   Indicó que investigarán porqué una persona pudo ingresar a la embajada con un arma que no fue detectada. De acuerdo a versiones de los medios no confirmadas aún por las autoridades, el arma pertenecía al hombre que estuvo como rehén y le fue arrebatada por el sospechoso.

   El embajador relató que explicó que lo que sucedió fue que dos ciudadanos al parecer rusos —aclaró que él no los conoce personalmente— se encontraron dentro de la sede y empezaron una discusión sobre un asunto financiero.

   «Fue un asunto personal, ellos se encontraron en la sección consular y ahí empezó todo’’, señaló el embajador.

   Según un amigo del sospechoso, Artur Mitiniani, que habló con el canal 7, la familia del joven habría tenido problemas con el otro ruso, y por ello habrían perdido unos 54.000 dólares.

   Al momento del problema habían unas ocho personas dentro de la embajada, que funciona en un edificio de cuatro pisos al este de la capital.

   En sus cercanías se encuentran varias otras embajadas, como la de Venezuela y de casualidad es la misma zona donde se ubicaba la de Chile, donde en julio del 2004 el policía costarricense que la custodiaba asesinó a tres funcionarios en un aparente ataque de locura. La sede luego fue trasladada a otra zona.