ESTAMBUL, (AFP). La celebración de la conferencia de paz de Ginebra II parecía incierta este lunes después de que la ONU invitara por sorpresa a Irán, provocando la indignación de la oposición siria, y de que Bashar al Asad dijera que no renuncia a presentarse a otro mandato. En una entrevista exclusiva a la AFP, el presidente sirio anunció que hay «muchas posibilidades» de que sea nuevamente candidato a la presidencia este año, y predijo una guerra larga contra los rebeldes.
En vísperas de la apertura en Montreux (Suiza) de la conferencia de paz sobre el futuro de Siria y en momentos en que la oposición siria, muy dividida, se había decidido a enviar una delegación a la reunión, el anuncio hecho el domingo por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sobre la participación de Irán cambió totalmente la situación.
«La coalición siria anuncia que retirará su participación en Ginebra II hasta que Ban Ki-moon retire su invitación a Irán», afirmó en un tuit Louay Safi, portavoz de la coalición opositora siria. Poco antes, Ban había anunciado que invitó a Irán a participar en la reunión tras intensas discusiones con el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Javad Zarif.
La iniciativa del secretario general pareció haber tomado por sorpresa a los países occidentales. Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña reaccionaron rápidamente exhortando a Irán a aceptar la idea de un gobierno de transición en Siria, un objetivo decidido en junio de 2012 en la conferencia Ginebra I.
El gobierno iraní, que apoya a Damasco, no aceptó nunca explícitamente hasta ahora ese principio de un gobierno de transición. «Si Irán no subscribe total y públicamente el comunicado de Ginebra, la invitación tendrá que ser retirada», declaró el portavoz del departamento de Estado norteamericano, Jen Psaki.