Un ciudadano que  vota racionalmente, es decir que pondere los beneficios para él y su comunidad, debería considerar por los menos cuatro factores alrededor del candidato. Me refiero a su capacidad para desempeñar el cargo; la plataforma política; su comportamiento ético y las posibilidades reales que tiene de ganar. De yo ser ese ciudadano, elegiría a Reinaldo Pared  como senador por el Distrito Nacional.

Primero, porque en sus  años de ejercicio como legislador ha demostrado capacidad de gestión y de negociación,  cualidades imprescindibles para un político de la época.  La labor realizada bajo  su mandato se resume así:

 Ley del Tratado de Libre Comercio RD-Centroamérica y Estados Unidos de Norteamérica; Ley Orgánica del Presupuesto para el Sector Público; Ley sobre Recurso de Amparo; Planificación e Inversión Pública; Sistema Nacional de Control Interno y Contraloría General de la República; Ley contra Crímenes y Delitos de Alta Tecnología; Arbitraje Comercial; Concesiones de Obras y Servicios Públicos; Ley sobre Elección de Diputado Nacional; y por supuesto; un destacadísimo papel en la aprobación de la reforma a la  Constitución dominicana.En su gestión se ha realizado  una reforma legislativa radical: aprobación de más de 100 tratados internacionales, muchos de los cuales tenían más de 40 años esperando su ratificación. De igual modo, la aprobación de 7 mil contratos de transferencia de inmuebles entre el Estado y  particulares.

Cuando se creyó que a partir del 2004, la relación Gobierno-Partido sería una guerra de alta intensidad. Se esperaba que siendo él secretario general del PLD, y entendiéndose  miembro de la tendencia de Medina,  la retaliación política en el Congreso sería un hecho. El bloqueo a las iniciativas del Gobierno se daba por seguro. Sin embargo, fue todo lo contrario, Pared, pudo combinar su independencia de criterio con la disciplina partidaria, demostrando  grandes dotes de negociador  y de paso, que el interés nacional es lo primero.

 Pienso que en  la legislatura 2010-2012 se activará la lucha por la candidatura presidencial. Y en esa situación puede peligrar la aprobación de leyes, contratos  y resoluciones necesarias para el crecimiento económico sostenido y la consolidación de la gobernabilidad democrática. Entonces, él garantizará un escenario donde las contradicciones políticas no alteren los planes de desarrollo del  gobierno,  como ha demostrado en los cuatro anos pasados. El comportamiento ético, la  conducta moral, tanto pública como privada es una cualidad  que acompaña la vida de Reinaldo. Y es en ese ámbito donde no pocos políticos, aún con capacidades técnicas, teóricas  y gerenciales, suelen fallar. Él forma parte  de esos preocupados siempre por la ética. Jamás se le ha acusado de inconducta alguna en el ejercicio de sus funciones públicas, pero tampoco al interior de su vida familiar.   Con Reinaldo se tienen ambas cualidades!

Finalmente, la plataforma partidaria y las posibilidades reales de ganar del candidato, son los otros indicadores que completarían  el análisis.  De nada sirve votar por alguien que tenga todas las condiciones  pero que su partido no le garantice una actuación coherente. Ya tenemos casos de tiroteos entre miembros de un partido en una de las salas del hemiciclo. Esa manera de dirimir las contradicciones, entierra las buenas intenciones del más honesto y capaz.

No es el caso del PLD. Independientemente de cualquier otra consideración de tipo ideológico, programático, etc., reconozco que  hasta el momento, ha resuelto sus contradicciones sin afectar la institucionalidad democrática del país. Si a todo lo anterior le sumo que Reinaldo Pared es puntero en la intención de voto en las empresas encuestadoras que históricamente han sido más asertividad, entonces, elegirlo como senador por el Distrito Nacional es solo esperar al domingo.