Reino Unido sufre antes de que el país se separe oficialmente de UE

Reino Unido sufre  antes de que el país se separe oficialmente de UE

The Nissan car factory is pictured in Sunderland in northeast England, on January 9, 2009. Japanese car giant Nissan is to cut 1,200 jobs in Britain due to a sales slump caused by the global economic slowdown, it said Thursday, in the latest economic blow for the country. The jobs will go at the firm's plant in Sunderland, northeast England, which has around 5,000 workers and is one of the biggest employers in the region. AFP PHOTO/ANDREW YATES

Tom Westley dirige una de las principales fundiciones de Europa en Cradley Heath, una pequeña ciudad cerca de Birmingham en la región de West Midlands, Inglaterra. Produce piezas de moldes de precisión para constructores de barcos y fabricantes de automóviles en el resto de Europa. Pero está perdiendo ventas, ¿el motivo? Brexit.
Westley Group tuvo ingresos por alrededor de 30 millones de libras en 2018. En el mismo periodo, explica, el voto para renunciar a la Unión Europea le costó a la compañía alrededor de 2 millones después de que varios compradores alemanes cancelaron los pedidos de Spunalloys, uno de las divisiones de Westley.
Los clientes europeos realizan compras fuera de Reino Unido, pues temen que las exportaciones británicas al continente enfrenten controles aduaneros y aranceles, es decir, retrasos y costos adicionales, una vez que el país abandone la UE.
En el caso de Westley Group, eso aumentará lo que los clientes pagan por las piezas de fundición de aleación de cobre que Spunalloys vende. “Es muy decepcionante, pero ¿qué puede hacer?”, dice Westley, quien en el referéndum de 2016 votó para seguir en la UE.
Sin embargo, fue superado. West Midlands votó a favor de Brexit en casi 60 por ciento, una proporción mayor que la de Reino Unido en general. “Brexit está costando a las empresas por adelantado”, apunta.
Reino Unido sufre incluso antes de que el país se separe oficialmente de la UE, destino de 44 por ciento de sus exportaciones y un mercado de 500 millones de consumidores. Las empresas multinacionales en todas las industrias se están retirando de la quinta economía más grande del mundo, que en las últimas cuatro décadas se convirtió en la principal puerta de entrada corporativa a Europa.
Pérdidas millonarias.
Según un informe de Goldman Sachs Group, tres años de incertidumbre política le han costado a Reino Unido alrededor de 600 millones de libras por semana y han dejado a la economía un 2.4 por ciento más pequeña.
El Parlamento rechazó varias veces el acuerdo de salida de la primer ministra Theresa May. Las fechas límite para irse llegaron y se fueron en marzo y abril, y la próxima es el 31 de octubre, aunque la UE podría extender el plazo. “Otra demora sería una pesadilla, una incertidumbre constante”, dice Anand Menon, profesor de política europea y asuntos exteriores en el King’s College de Londres.
Los fabricantes con sede en Reino Unido han liderado la reacción al Brexit. El fabricante japonés de automóviles Nissan Motor abandonó los planes para armar un nuevo modelo en su fábrica en el noreste de Inglaterra, preocupado de que el Brexit interrumpirá el flujo de componentes y vehículos terminados. Nissan, que se instaló en la región a mediados de la década de 1980 para utilizar sus puertos del Mar del Norte en los envíos a Europa, emplea 7 mil personas en Sunderland, que votó por el Brexit. Las automotrices rivales BMW AG y Toyota Motor Corp. también manejan la posibilidad de mudarse del país.
Airbus SE ha dado una advertencia más dura todavía. La compañía, que fabrica alas en sitios en Gales y en el suroeste de Inglaterra, emplea a 14 mil personas en Reino Unido directamente, y su cadena de suministro suma 110 mil empleos adicionales. La empresa llevará las inversiones futuras fuera de Reino Unido si hay un divorcio sin acuerdo con la UE, dijo en enero el entonces director ejecutivo de Airbus, Tom Enders.
Las finanzas
El sector financiero del país, el City de Londres, es la otra gran víctima del Brexit. Bancos como HSBC Holdings y Royal Bank of Scotland han gastado cientos de millones de libras para blindar operaciones, mientras que empresas como Deutsche Bank AG y Citigroup. están moviendo miles de millones en activos fuera de Reino Unido. Los mercados cambiarios y de deuda se han mudado a Ámsterdam. Miles de empleados de JPMorgan Chase y Morgan Stanley se han ido a Frankfurt y París.

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