Reinventando el flamenco, un arte sin edad

Reinventando el flamenco, un arte sin edad

MADRID. Taconeando al ritmo de una guitarra flamenca, Merche Esmeralda, de 68 años, hacer girar su mantón al sol mientras, tras ellas, el tráfico de Madrid rueda alrededor de la rotonda, en el centro de la cual baila. A una edad en que la mayoría de bailarinas han colgado las zapatillas, esta estrella del flamenco sigue iluminando el camino de una nueva remesa de ‘bailaores’.

«El flamenco vive un grandísimo momento, yo creo que hay una generación joven de flamenco que es impresionante, que técnicamente es de un nivel altísimo tanto en cante como principalmente en la guitarra y en al baile», afirma David Calzado, un bloguero especialista de este arte que escribe para el diario ABC.

Esmeralda fue la cabeza de cartel del festival Suma Flamenca de Madrid de junio pasado, para el que su baile al aire libre era una forma de promoción. Otros dos eventos estivales permitirán a la vieja guardia flamenca desplegar su talento junto a sangre nueva.

Del 6 al 22 de agosto, la pequeña localidad de La Unión (Murcia, sudeste) celebra su Festival internacional del Cante de las Minas, el más importante del mundo flamenco, según Rafael Manjavacas, director del portal flamenco.com. Después, un segundo festival Flamenco on Fire atraerá a Pamplona (norte) a algunos de los principales nombres de este arte del 22 al 30 de agosto.

Un arte en evolución 

Nacido hace siglos entre los gitanos de Andalucía, el flamenco se ha visto sacudido recientemente por la crisis y por la muerte de su figura contemporánea más respetada: el guitarrista Paco de Lucía.

España se sumió en el dolor cuando este genio de la guitarra murió en febrero pasado a los 63 años y hasta el rey Felipe VI acudió a darle su último adiós.

«Internacionalmente hablando, era Paco de Lucía la cabeza que representaba el flamenco», dice Manjavacas, antes de añadir que «ahora no hay una cabeza clara que sepamos todavía».

No obstante, «hay muchísimos muy buenos guitarristas, vinculados a la figura de Paco de Lucía, pero evolucionando muchísimo» como hiciera también esta leyenda, que impactó a los puristas flirteando con el jazz y el rock. De igual manera, en el baile también «hay una generación de artistas muy buena que van adaptando los caminos», mezclando su arte con estilos contemporáneos, afirma.

Cuatro años después de la muerte de otro gigante, el ‘cantaor’ Enrique Morente, la desaparición de Paco de Lucía ensombreció al mundo del flamenco, ya muy afectado también por la crisis económica. Los jóvenes artistas, «especialmente en el mundo del baile, viven con lo que ganan fuera de España», dice Calzado, pero en agosto, las estrellas ascendentes vuelven a casa.

Entre las figuras de Flamenco on Fire está Farruquito, un ‘bailaor’ de 33 años de largos cabellos, alabado por la crítica por sus rápidos giros y taconeos, vestido todo de negro.
En Las Minas, actuarán la ‘bailaora’ Sara Baras, de 44 años, y del ‘cantaor’ David Lagos, de 42, dos figuras que traspasan fronteras.

Arte y sabiduría

Los ‘olés’ y las palmas suenan en un sinnúmero de ‘tablaos’ a través del verano madrileño y andaluz. «Hay un importante resurgir de los tablaos en Madrid» desde hace tres o cuatro años, liderado por legendario Corral de la Morería de la capital, explica Calzado.

«Algunos artistas que antes de la crisis no bailaban en tablaos porque tenían otras opciones y no les faltaba el trabajo, han vuelto al tablao», añade.

Uno de los grandes nombres en Pamplona y La Unión será la cantaora Estrella Morente, de 34 años e hija de Enrique, que compartirá escenario con Israel Galván, un bailaor de 42 años.

Unos artistas relativamente jóvenes en un arte en el que, incluso, los bailaores llegan a su madurez a una edad tardía. «Se dice que es un arte que no tiene edad», afirma Manjavacas, quien añade que «lo tienen muy difícil hasta los 30 años», pero «hay artistas que con 70 años siguen triunfando» como es el caso de Esmeralda, cuyo «duende» flamenco sigue siendo grande.

«En la vida tiene uno que darse cuenta de sus limitaciones y yo ya tengo una edad», dijo la ‘bailaora’ a El País en junio. No obstante, «me queda la sapiencia de tantos años», afirma, asegurando que todavía «voy sobrada de fuerza para salir ante el público»

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