El pasado 7 de este mes de Septiembre se conmemoró el 59 aniversario del fallecimiento en París de María Africa Gracia Vidal, conocida universalmente en el mundo del arte cinematográfico como la dominicana María Montez, nacida en Barahona el 6 de junio de 1912.

Conocida en Hollywood, París y otros escenarios  del cine de Estados  Unidos y Europa como la reina del Technicolor, María Montez se ha constituído a lo largo del tiempo en la más excelsa figura del arte cinematográfico de la República Dominicana tanto nacional como internacionalmente.

Más de 40 producciones cinematográficas exhibidas en las más cotizadas salas de la pantalla grande en todos los países del mundo europeo y americano, la convirtieron en centro de  admiración a su talento y belleza sin par dentro de la galería de excentricidades del séptimo arte.Ahora que nuestro país goza de un marco jurídico que procura impulsar la industria cinematográfica nacional a través de una  Ley de Cine, es momento oportuno para  que volvamos la mirada hacia María Montez, el símbolo por excelencia de nuestra más emblemática representación artística de la cinematografía.Por ejemplo, el solar de la casa  donde nació María Montez  el 6 de junio de 1912 está vacío. Sería de buen gusto para  hacer justicia a la memoria de esta extraordinaria dominicana, que el mismo sea declarado de utilidad pública por el Poder Ejecutivo y allí se levante un mausoleo o monumento donde se exhiba la obra cinematográfica de la reina de Hollywood.

Asimismo, en el año 2012 se conmemorará el centenario del natalicio de María Montez, ocasión oportuna para que el Poder Ejecutivo conforme desde ya una comisión oficial que se encargue de organizar los actos a celebrar con tal motivo.

Así, estaríamos  exhaltando la memoria de la más estelar actriz cinematográfica de la República Dominicana.