Hoy 
UBI RIVAS
La marcha que inclusive había objetado Interior y Policía de los médicos, realizada a medias el día 12 del presente mes, fue interrumpida abruptamente, con un escaso uso de fuerza, que no debe ser el proceder del presidente Leonel Fernández ni de ningún gobernante que se precie democrático, sobre todo, en las ascuas de una campaña electoral en que el gobernante, además, aspira reelegirse.
Nadie en su sano juicio y en los ámbitos de la honestidad puede justificar que el salario de un médico sea de $15 mil a $20 mil como es hoy, y que los galenos aspiran doblar en $58 mil.
Tampoco los agrónomos, ingenieros agrónomos, ingenieros civiles, farmacéuticos, ingenieros forestales, para-médicos, enfermeras-os disponen de un salario que les permita cubrir sus necesidades elementales. Empero, los médicos debieron exigir el aumento de sus honorarios a fines del pasado año, cuando se estudian las partidas del Presupuesto y Ley de Egresos Públicos, no a 90 días de su aprobación.
En esa fecha, los médicos, al exigir aumentos de honorarios, debieron sugerir la proveniencia de los recursos para cubrir sus aspiraciones, no ahora cuando todas las partidas presupuestarias están asignadas y cubrir sus aspiraciones equivaldría a crear nuevas tasas impositivas que en un proceso electoral resulta improcedente.
Los médicos, además, debieron contraer su reivindicación salarial, no extrapolarlas a modificar la Ley de Hidrocarburos, modificar la Reforma Agraria, detener la represión, desalojos y corrupción y respaldar a los choferes de Fenatrano y Conatra para que laboren en las rutas del Metro, porque eso deriva en una ramplona politiquería ventorrilesca. Coincide, además, con una marcha escenificada en el barrio santiaguense de Cienfuegos, el día nueve del mes en curso, en demanda de que cesen los apagones que distan desde hace treinta años y falta de agua, provocada por los sucesos de Noel y Olga.
Coincide también con la amenaza de los dueños del país, los pupilos de Juan Hubieres, Ramón Pérez Figuereo y otras firmas más, de subir los pasajes; todo ese barruntar, en tiempos, repito, de campaña electoral.
Una breve nota insertada por El Día el día diez, ilustra la oferta de tres médicos pasantes sin empleos.
