El asesor del Poder Ejecutivo en Aseo Urbano, Pablo Yarull, reiteró la sugerencia formulada en los medios de comunicación, en el sentido de que los organismos oficiales que tienen a su cargo las construcciones de las obras publicas, dispongan de un 25% de las mismas para que sean distribuidas entre pequeñas empresas de construcción y/o ingenieros y maestros constructores, a fin de dinamizar las obras de manos y técnicos de oficios se beneficien de estas obras pequeñas que podrían ser asignadas mediante sorteo.
La Ley de Concursos, dice Yarull, frena a estas pequeñas empresas e ingenieros a no participar en licitaciones por no poseer la solvencia económica y mucho menos por no contar con equipos pesados que son los requisitos fundamentales para participar, por lo que seria justo y necesario implementar una formula para favorecer a estos profesionales y maestros constructores especializados en que se le asigne un porcentaje de las obras a construir para que haya equidad y entusiasmo entre estas clases que prácticamente se encuentran olvidadas.
Yarull planteó que estas medidas favorecerían al comercio ferretero y otros pequeños negocios que siempre han vivido de estas pequeñas obras de construcción.