Hoy 
POR FIOR GIL
Las principales organizaciones que agrupan las iglesias evangélicas reiteraron ayer que el concordato entre el Estado y el Vaticano establece privilegios para la iglesia católica y se discrimina a las religiones cristianas.
El Concilio Evangélico de las Asambleas de Dios y Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) coincidieron en señalar que el convenio con la iglesia católica fue impulsado por el régimen de Trujillo bajo condiciones injustas con relación a las iglesias evangélicas.
El pecado del Concordato consiste en estipular una serie de prerrogativas que benefician a una sola religión en detrimento de las demás. Se trata de una condición injusta venga de donde venga, expresan los reverendos Alejandro Pérez Jerónimo y Carlos Mateo, superintendente y secretario ejecutivo del Concilio Evangélico de las Asambleas de Dios.
Las iglesias evangélicas racionaron a las declaraciones del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, en el sentido de que las iglesias evangélicas reciben muchas facilidades y exoneraciones anuales de parte del gobierno por lo que negó que los católicos sean más privilegiados como aseguran los representantes de las iglesias evangélicas.
De su lado el CODUE plantea que el Concordato siendo un convenio o acuerdo sobre asuntos eclesiásticos entre un estado y el vaticano, en el país tiene una connotación especial, debido que el dictador Rafael Trujillo Molina, concedió a la iglesia privilegios exagerados en su búsqueda de vanagloria aspirando al título de benefactor de la misma.
Explica que esos privilegios constituyen una violación a la constitución y a la declaración universal de los Derechos Humanos y que en la época en que fue firmado dicho convenio los cristianos evangélicos eran una minoría.
A través de los años, las iglesias cristianas evangélicas han crecido de tal manera que en la actualidad estamos entre un 18 y 20% de la población. Nadie puede negar que nosotros somos uno de los grupos que menos dolor de cabeza le damos a los gobiernos, expresan los reverendos Reynaldo Franco Aquino, Jorge Plourde, Pedro Ramón Gómez y Mariano Sánchez, presidente, vicepresidentes y director ejecutivo del CODUE.
El Concilio Evangélico de las Asambleas de Dios señala que en un país donde conviven sectores que realizan una misma función sería una discriminación y una falta de equidad que el mismo Estado, quien está llamado a obrar en beneficio de igualdad para todos los ciudadanos, apadrine a uno sólo. El Concordato es uno de los pocos legados de la era de Rafael Leonidas Trujillo que todavía se mantiene vivo en un país que se abre paso hacia los principios democráticos y de igualdad de derecho para todos.
Es un absurdo decir que las iglesias evangélicas gozan de los mismos privilegios que la Iglesia Católica, pues solamente el Presupuesto de este año contradice esta afirmación de manera contundente.
Señala el Concilio de Iglesias Evangélicas que el hecho de que el Estado haya otorgado algunas exoneraciones no quiere decir que con esto se equipare a la iglesia católica y que, mucho menos, se cubran las grandes carencias de la obra nacional. Tenemos pastores que andan haciendo el trabajo montados en burros, en bicicletas y en motorcitos y viviendo en condiciones muy precarias.
