Diversos sectores de la sociedad han querido satanizar y desacreditar el establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República Dominicana y la República Popular China, lo cual provocó el rompimiento de las relaciones con Taiwán.
Hay que tomar en cuenta dos cosas; toda nación libre e independiente, tiene pleno derecho de elegir a sus aliados de acuerdo a sus intereses como país. Y también, en los negocios las condiciones fundamentales son ganar/ganar.
Taiwán ha acusado a China Continental de haber comprado las relaciones con República Dominicana, a lo cual, algunas voces agoreras, alegremente le han puesto la cifra de 3 mil millones de dólares. ¿Y si así fuera, qué? Y es propicio preguntarse entonces ¿Cuánto pagó Taiwán para mantener todo este tiempo las relaciones con el país?
El pueblo dominicano tiene que estar agradecido con Taiwán, pues como aliados realizaron grandes inversiones, que de manera significativa han impactado positivamente al país. No obstante, para la República Dominicana sostener relaciones diplomáticas con la “segunda economía mundial”, era impostergable.
China Continental es, hace un buen tiempo la primera economía del mundo, lo que, por presiones de los Estados Unidos, se ha postergado su reconocimiento. Ha sido un paso trascendental por el Gobierno Dominicano, que los resultados positivos comenzarán a verse a corto plazo.
Evidentemente a los Estados Unidos le preocupa que esto esté pasando en América Latina, ya que eso debilita su nivel de presión y chantaje que han ostentado por décadas en países del continente, como es el caso de Haití, quienes apenas se conoció la noticia, salieron al frente reafirmando sus relaciones con Taiwán. Y yo les pregunto ¿Les quedaba de otra a un país que vive oprimido por Estados Unidos?
Sin embargo cada día la decisión del presidente Danilo Medina recibe más respaldo. ¡Enhorabuena Presidente!