Relaciones adictivas

Relaciones adictivas

“Mi amor no puedo vivir sin ti”, una frase bonita … pero que  se puede convertir en algo muy peligroso: en un círculo vicioso  llamado dependencia emocional o relaciones adictivas.  

Se trata de una patología que suele crear mucho dolor y frustración, por lo que es básico conocer qué nos arrastra a buscar ese tipo de relación autodestructiva.

¿Le gustaría conocer los síntomas, las causas y la mejor forma de no caer en este tipo de trampa?

Pues lo primero que debe saber es que los  dependientes emocionales tienen creencias y pensamientos irracionales respecto a su relación. Debido a estas ideas reducen sus actividades sociales, laborales o recreativas por seguir en la relación.

Las consecuencias negativas de este tipo de relaciones adictivas se minimizan, ya que excusan los defectos de su pareja, creen que todavía hay amor donde no hay y persisten en numerosos intentos para recuperar el amor.

Además,  siempre tienen  miedo a desagradar al otro, por eso obedecen y se conforman y tienden a declararse culpable de todo.

En tal sentido, la psicóloga  Ana Simó explica que un dependiente emocional es la persona que tiene una necesidad afectiva fuerte  hacia otra persona  a lo largo de sus diferentes relaciones de pareja.

“Aunque lo más conocido es la dependencia emocional en cuanto a relaciones de pareja, queremos recalcar que a lo largo de nuestra actividad como terapeutas, también nos hemos encontrado una alta necesidad afectiva hacia progenitores y hacia los hijos, entre otras relaciones”, explica la doctora Ana  Simó.

Comportamiento de un dependiente emocional

Las principales características de una persona con dependencia emocional son: no les gusta estar solos, necesitan la aprobación de los demás para la toma de decisiones, sus preferencias y gustos se miden por lo que a su pareja le gusta, justifican la poca atención de su pareja y colocan su felicidad en las manos del otro.

Miedo a las pérdidas y al rechazo

La doctora Ana Simó destaca que la característica que más sobresale  en las personas con alta dependencia emocional es su miedo a las pérdidas y al rechazo de las personas queridas, en este caso, de la pareja.

“Tienen miedo a hacer algo que al otro no le guste, y dejan que esa otra persona decida lo más mínimo”, señala la doctora.

Así mismo intentan adivinar qué le gustaría al otro, corriendo el  riesgo de equivocarse, ya que por mucho que conozcamos a una persona, es imposible saber lo que piensa cada momento de su vida.  Por lo regular las personas que tienen vocación de dependientes emocionales les atraen las persona de carácter fuerte. 

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Características del dependiente 

1.  Inseguro.

2.  Ansioso.

3.  Ambivalente en sus decisiones.

4.  Sentimientos de vacío.

5.   Falta de integridad.

6.  Inmadurez afectiva

7.  Baja tolerancia a la frustración.

8.  Falta de confianza y una  autoestima muy baja

9.  Falta de habilidad para comunicarse y establecer relaciones.

10.  Dificultad para tomar decisiones y resolver problemas.

El especialista

Ana Simó

info@centrovidayfamilia.com

Cómo se evita 

Para evitar convertirse en un dependiente hay que tener claro lo que se  busca en una relación. Entender que el otro es parte importante de tu vida, pero no un todo. Aprende a manejar tus  miedos.

Lo más importante es que la persona debe aprender a quererse por sí mismo, a evolucionar sin la necesidad de que otro sea el motivo por el cual quieras ser mejor. Es importante no     negar  nuestras debilidades mas bien afrontarlas y buscar las soluciones sin la necesidad de que otro sea el que nos dé la fortaleza.

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