LUIS PEÑA
En abril y mayo de este año se llevaron a cabo en Santo Domingo dos eventos que contribuyen al fortalecimiento de las relaciones de cooperación entre la República Dominicana y Haití, en los cuales tuve la oportunidad de participar. El primero fue el Observatorio Científico de las Relaciones Domínico-Haitiano organizado por Aide et Action, organización no gubernamental con oficinas en República Dominicana y Haití, donde participaron los rectores de las principales universidades de ambos países.

El otro fue la Primera Conferencia Internacional por el “ Futuro de las Relaciones de la República Dominicana y Haití” realizado por el Servicio Social de Iglesias Dominicanas, el Diálogo Domínico-Haitiano de las iglesias Evangélicas, PROCARIBE y OECI, así como la Iglesia de Noruega y el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país quien la auspició: participaron representantes de los dos gobiernos y agencias internacionales, de los partidos políticos, medios de comunicación, sociedad civil, religiosos, diplomáticos, congresistas, intelectuales y académicos.

El Observatorio Científico tuvo como objetivos: promover el conocimiento científico de los procesos sociales, económicos, culturales, demográficos, políticos, urbanos y medioambientales, entre los dos países y en el marco de la región del Caribe; participar en la elaboración de propuestas de políticas públicas sirviendo de vínculo entre las instancias gubernamentales y los protagonistas no oficiales. Los ámbitos de estudios e intervenciones que se propusieron fueron: Desarrollo Binacional y Regional; Análisis de Espacio-Geográfico; Análisis Económicos; Cultural; Histórico y Socioeducativo, Política y Relaciones Internacionales.

El Observatorio Científico, concluyó con la firma de una Declaración Conjunta donde los rectores y representantes de Aide et Action decidieron lo siguiente: a) Constituir un comité de requerimiento con el mandato de preparar un segundo encuentro aportando un documento de trabajo compuesto de los puntos siguientes: Identificar siete ejes de investigación cada uno a cargo de una universidad de ambas partes; elaborar un portafolio de dos o tres proyectos a presentar para cada universidad, en relación con cada uno de los ejes de investigación, y b) Establecer una red de comunicación para facilitar los intercambios entre las instituciones participantes. El referido Comité lo conforman la PUCMM (R.D) y la Universidad de Quisqueya (Haití), además de los encargados de la ONG, Aide et Action en los dos países.

En cuanto a la Primera Conferencia Internacional por el futuro de las relaciones entre los dos países, el objetivo general de la misma, fue incentivar a los actores y países interesados en las relaciones domínico-haitiana, para que pongan en movimiento todos sus esfuerzos en la construcción de una relación bilateral positiva entre las dos naciones.

Algunos de los temas tratados fueron: Propuestas de soluciones conjuntas entre los dos gobiernos para la solución de problemas comunes; La Responsabilidad de los medios de comunicación en la Construcción de un ambiente de armonía social; Las oportunidades de la Sociedad Civil en la construcción de unas relaciones productivas y solidarias entre los dos pueblos; Aportes de la clase haitiana y dominicana en el enriquecimiento y habilidades sociales y espirituales de que disponen las iglesias en la tareas de aceptación, tolerancia y proximidad de estas dos naciones.

Algunas de las conclusiones a las que se llegaron en la Conferencia fueron las siguientes: Contribuir a la construcción de una nueva relación entre los dos países, comprometiéndose a transmitir a las poblaciones esa nueva visión de futuro en su accionar; Implementar foros de discusión entre periodistas de ambas partes para el análisis e intercambio de informaciones y enfoque sobre la realidad de ambos países; fomentar un mejor conocimiento entre los dos países promoviendo actividades educativas, sociales, deportivas y culturales; la reactivación de la Comisión Mixta Bilateral de Cooperación Domínico-Haitiana y La ejecución de los diferentes acuerdos bilaterales que han sido firmados y no implementados; gestionar un acuerdo o convenio de cooperación sobre los asuntos migratorios, basado en lo prescrito en la  constitución de ambos países; que se retome y actualice el Plan de Acción para el Desarrollo de la Zona Fronteriza presentado por las autoridades competentes de la isla en el año 2000, a las agencias de Cooperación Internacional y países desarrollados y que los organizadores institucionalicen este tipo de evento, programando su organización cada año, alternando la sede, y se establezca un comité de seguimiento para dar continuidad a las resoluciones y recomendaciones aprobadas por el plenario de esta Conferencia.

Las iniciativas llevadas a cabo por la ONGs Aide et Action y las Iglesias Evangélicas de los dos países, deberían ser imitadas por otras ONG e iglesias así como, otras instituciones y motivar a las autoridades gubernamentales de ambos países para que los apoyen en esas acciones, que como señale al principio contribuyen al fortalecimiento e incremento de las relaciones de cooperación entre R.D y Haití.

Ojalá que en esta nueva oportunidad que se le ofrece a ambos países con la presidencia de los dos mandatarios que más han contribuido con el fortalecimiento e incremento de las relaciones entre las dos naciones en años anteriores, también lo puedan hacer en estos tiempos, donde existe la intención de países desarrollados y agencias de cooperación internacional en apoyar los programas y proyectos que ambos países deseen emprender de manera conjunta en función del interés común y el desarrollo sostenible de los dos pueblos. Esto, sugiero, sería una de las principales responsabilidades que tendría que asumir la Comisión Mixta de Cooperación Domínico-Haitiana, la cual, entiendo debería iniciar sus labores con la finalidad de actualizar y ponerse de acuerdo las partes, sobre los asuntos que quedaron pendientes en la IV Reunión de dicha Comisión.